Primero fue Rafael Nadal, número 1 mundial, el que cayó en octavos; ayer, en cuartos, se despidió Andy Murray, el campeón de Wimbledon. De los cuatro grandes favorito, mañana en semifinales solo estarán Novak Djokovic, ganador en el 2011, y Roger Federer, el heptacampeón en el All England Tennis Club. Junto a ellos estarán dos rebeldes dispuestos a ganarse una porción de gloria sobre la hierba de La Catedral después de colarse para disputar la primera semifinal en un Grand Slam.

El búlgaro Grigor Dimitrov, de 23 años y 13° mundial, puso fin al reinado de Murray, el primer británico que ganaba el título en 77 años, con una contundencia que dejó en estado de choque a la central al imponerse con por 6-1, 7-6 (7-4) y 6-2. Poco después, el canadiense Milos Raonic, también de 23 años y número 9 del mundo, se apuntó a la fiesta tras deshacerse del verdugo de Nadal, el joven australiano Nick Kyrgios, por 6-7 (4-7), 6-2, 6-4 y 7-6 (7-4).

Si Murray no encontró la fórmula de frenar a Dimitrov (como tampoco Nadal lo había logrado ante Kyrgios), Raonic sí las halló, aconsejado por sus entrenadores Ricciardo Piatti y el exnúmero 3 mundial Ivan Ljubicic. El gigante canadiense acabó con la ilusiones de la nueva esperanza australiana con sus mismas armas. Un poderoso servicio, con el que apuntó 39 aces, por solo 15 de Kyrgios. Raonic se cruzará en semifinales con Federer. El exnúmero 1 mundial sueña con el octavo título en Wimbledon.