El Zaragoza CFF ha comenzado esta semana la pretemporada con el mismo objetivo que hace un año, conseguir el ascenso a la Liga Iberdrola. Después de quedarse a las puertas del retorno a Primera tras su descenso, el club aragonés afronta ilusionado una nueva temporada con muchos cambios tanto en la plantilla como en el modelo de competición. Sin embargo, quien ha sobrevivido a esta mutación es Cristian Aleza, que vuelve a ponerse al frente de la nave zaragozana. «Queremos crear un grupo fuerte, unido y que ante la adversidad siga luchando por los intereses del club. Nos sentimos más fuertes que nunca por intentar que el Zaragoza esté en las posiciones privilegiadas y pueda acabar en esa primera posición que nos dé el ascenso directo», afirma el técnico aragonés acerca de su renovada ilusión por conseguir algo importante esta campaña.

El conjunto aragonés estrenará esta temporada la Segunda División Pro. Una categoría dividida en dos grupos, Norte y Sur, en la que el club aragonés ha quedado encuadrado en el Grupo Norte. El campeón de cada grupo ascenderá directamente mientras que los segundos y terceros jugarán un playoff y el ganador se enfrentará al antepenúltimo de Primera para conocer quién se queda con la plaza. «En esta competición cualquier equipo puede ganar a cualquiera. Cada semana vamos a tener un partido exigente», explica el entrenador del club aragonés.

La duda de Salma

El no ascenso de la pasada campaña no añade más presión en este nuevo proyecto. «Nuestro principal reto es ganar el partido siguiente. El equipo mira a largo plazo para ascender. Empezar bien la Liga y ser regulares van a ser claves para estar más cerca de conseguir la primera posición», reconoce el entrenador zaragozano, que solamente cuenta con cinco jugadoras del año pasado -Nora Sánchez, Elena Valej, Laura Martínez, Carolina Morales y Ali Pérez-. El club todavía cuenta con la duda de la continuidad de Salma Paralluelo. La joven internacional por España no se ha incorporado a la pretemporada y baraja importantes ofertas de otros clubs. «Nosotros solo podemos esperar. Tanto el club como el cuerpo técnico queremos que Salma continúe con nosotros. Creemos que Zaragoza es el mejor sitio para que crezca y se le va a seguir tratando con el mismo mimo», admite Aleza.

A pesar de este cambio radical, el club ha apostado por repescar a jugadoras de la casa que habían volado del nido para probar nuevas experiencias en Primera División como Naima García, Lucía Fuertes o Teresa Rey. «Estas tres jugadoras van a ser muy importantes en la columna vertebral del equipo», apunta el técnico.

Para rellenar el hueco que han dejado las salidas, algunas tan sonadas como la de Nuria Mallada o la de Patri Larqué, han aterrizado en la capital aragonesa hasta once caras nuevas que no conocen el club y que necesitarán un proceso de adaptación dentro de una plantilla que todavía no está cerrada. «Hemos formado un equipo muy ofensivo y que atesora una gran capacidad técnica», señala Aleza.

Presencia internacional

Del mercado nacional han llegado Marta Valero, Cristina Portomeñe, Irene Yanguas y Sara Sanaú. Por otra parte, la entidad vuelve a apostar por un talento internacional trayendo tres jugadoras americanas -Maddy Williams, Nikia Smith y Lana Spitler- y dos griegas- Ioanna Chamalidou y Anastasia Spyridonidou-. «Ellas se deben sentir cómodas dentro del grupo. Vamos a incidir en dinámicas durante las sesiones para que se relacionen con las demás compañeras», explica Aleza

Para evaluar el nivel del equipo antes del inicio de Liga ante el Racing, el Zaragoza CFF afronta una pretemporada con rivales exigentes. Las aragonesas se verán las caras con el Levante, Espanyol y Valencia de la Liga Iberdrola. Además se medirán al Huesca, Villarreal, Osasuna y Lérida. «Queremos que el equipo vaya carburando y que estos enfrentamientos sirvan como terapia de choque ante lo que nos vamos a encontrar en la Liga», concluye Aleza.