Frente al número uno Novak Djokovic, y en uno de sus escenarios talismanes, el Foro Itálico, Rafa Nadal acabó con su racha negra y levantó el primer título de la temporada con una poderosa exhibición (6-0, 4-6 y 6-1) en 2 horas y 25 minutos. Es el noveno título en Roma para el número dos.

Recuperó el tenista balear su imagen más competitiva justo en el mejor momento, cuando en el horizonte se vislumbra ya Roland Garros, y confirmó que, en buenas condiciones físicas, sigue siendo el rey de la tierra. Tras quedarse a un paso en Montecarlo, Barcelona y Madrid, donde cayó en semifinales aún limitado físicamente por las lesiones, Nadal dio el paso adelante que perseguía en las últimas semanas y prevaleció frente al rival que le cerró el paso este año en la final del Open de Australia y, de paso, rompió el equilibrio entre ambos en los Masters 1.000. El mallorquín suma 34, uno más que Djokovic.

«Más importante que ganar es recuperar las buenas sensaciones y sentirme bien físicamente. Puedes ganar o no, pero lo importante es darse oportunidades, aunque los partidos contra Djokovic son especiales y lo disfrutaré», aseguró el balear.

El triunfo de Nadal fue incontestable ya desde el primer set, por el que pasó como un ciclón. Con un saque muy sólido y una derecha profunda, ajustada a las líneas, el tenista balear firmó una exhibición impensable. De entrada, Djokovic apareció lento, incómodo, quizás arrastrando aún el desgaste de la semifinal ante el argentino Diego Schwartzman de unas horas antes.

El 6-0 logrado por el mallorquín en 40 minutos es el primer rosco en la particular historia entre ambos. El doloroso bofetón tuvo el efecto predecible. Provocó la reacción y recuperó la mejor versión de Djokovic. Apoyado en su poderoso servicio y también en un eficiente revés, el flamante campeón del Madrid Open fue quien tomó la iniciativa. Pero igual que el serbio subió su nivel de juego, Nadal dio un paso adelante.

GRAN JUEGO

Fue el jugador de Manacor el primero que puso en serios aprietos a su rival en la segunda manga. Dispuso de una ocasión de oro en el séptimo juego para acabar con la resistencia del serbio, tres bolas de break que evitaron el saque de Djokovic. Volvió a tener Nadal una buena oportunidad con el 4-4: la cuarta bola de break que Nole salvó.

Crecido en su confianza, fue el tenista serbio quien supo aprovechar su momento y rompió el servicio del mallorquín. Dos errores consecutivos de Nadal, en su peor juego hasta el momento, dio el set a Djokovic por 4-6 y llevó el encuentro a una tercera manga ante el júbilo del público que llenó la central del Foro Itálico.

La paciencia mostrada por el serbio para recuperar su sitio en el encuentro saltó por los aires con el break con el que Nadal inició el tercer set. Fue un juego clave, que se prolongó durante 11 minutos. Acusó el golpe el jugador serbio, cuya confianza quedó tocada -y su raqueta, destrozada-. Nadal puso la directa.