Rafael Nadal apenas se despeinó ante el austríaco Dominic Thiem, al que arrolló 6-0 y 6-2 para acceder a las semifinales del Masters 1.000 de Montecarlo, donde se medirá al búlgaro Grigor Dimitrov. En la otra semifinal se verán las caras Kei Nisikori, verdugo de Cilic, y el alemán Alexander Zverev, que se deshizo del francés Richard Gasquet.

El español disputó un partido perfecto, en el que en apenas una hora y 8 minutos evidenció su gran superioridad sobre la arcilla y haber dejado atrás sus problemas físicos. Fue la victoria de Nadal más espectacular. El mallorquín, que debe ganar el torneo para conservar su número 1 del mundo frente a Roger Federer, desballestó de arriba abajo el juego de Thiem, propinándole una paliza histórica. «Ha sido un partido casi perfecto para mí, no creo que pueda jugar mejor», admitió el jugador español.