Rafael Nadal hizo ayer la mejor presentación de su candidatura a la élite del tenis mundial. Dio la gran sorpresa del torneo de Cayo Vizcaíno (Miami) al eliminar al suizo Roger Federer, actual número uno del mundo, por un contundente 6-3 y 6-3, que le llevó a los octavos de final. Fue el mejor triunfo. Una victoria de las que dan nombre y que justifica por qué la Asociación de Tenistas Profesionales (ATP) le concedió, hace sólo unos días en el mismo escenario, el premio a la mejor progresión de la pasada temporada. Acabó el año en el puesto número 47 del mundo (lo empezó en el 235), con sólo 17 años de edad.

Nadal necesitó apenas una hora y nueve minutos para deshacerse de Federer y endosarle la segunda derrota de la temporada en 29 partidos disputados hasta el momento. "He jugado uno de los mejores partidos de mi vida", admitió el tenista mallorquín.