Rafael Nadal abrió ayer la semana grande de Roland Garros con la contundencia de quien es el campeón y ha ganado en once ocasiones el título. En una hora y 50 minutos, el actual número 2 mundial batió al japonés Kei Nishikori por 6-1, 6-1 y 6-3. Rotundamente. El partido estuvo suspendido durante una hora a causa de la lluvia. Su rival será el suizo Roger Federer, que derrotó a su compatriota Stan Wawrinka, por 7-6 (4), 4-6, 7-6 (5) y 6-4 en tres horas y 35 minutos.

Por duodécima vez desde que ganó su primer título en el 2005, Nadal estará en las semifinales de París, en busca del mismo número de títulos. El Nadal-Federer era el duelo que todo el mundo esperaba en esa parte del cuadro, una nueva oportunidad para el helvético, que cumplirá 38 años este agosto, de derrotar al español en su torneo favorito. El próximo viernes, la central de París vivirá su primer enfrentamiento desde la final del 2011, el sexto en total en este escenario, y el segundo en la penúltima ronda. Un duelo que atrae toda la atención, porque está lleno de leyenda, ya que se ha repetido 38 veces, con 23 triunfos para el español y 15 para el helvético. «Si he vuelto a jugar sobre tierra es sobre todo para volver a jugar con Rafa», dijo Federer desde la pista Suzanne Lenglen poco después de batir a Wawrinka.

«Estoy muy satisfecho, con muchas emociones, cuatro días y volver a las semifinales, es muy importante para mí. Creo que el juego y el nivel son buenos durante todo el torneo», aseguró por su parte Nadal sobre la pista.

Nunca nadie ha jugado más veces que el balear en unas semifinales de París. Si se añaden las de los otros grandes, el español sumará 31 igualando al estadounidense Jimmy Connors como el tercer tenista con más comparecencias en esa ronda, solo superado por el serbio Novak Djokovic (35 si se clasifica hoy ante Alexander Zverev) y por Federer, que con la del viernes sumará 44. Los otros cuartos de final los disputan hoy Dominic Thiem y Karen Khachanov.

En la renovada central, en la que parece haber encontrado las mismas sensaciones con las que conquistó once veces la Copa de los Mosqueteros, Nadal fue un torbellino para Nishikori, que evidenció fatiga y que incluso necesitó tratamiento en su codo derecho durante el duelo.

EL JAPONÉS, CANSADO

Y es que en su camino hacia los cuartos de final, el japonés había pasado sobre la pistas cuatro horas más que el español, incluidos dos maratones de cinco sets en los duelos anteriores contra el serbio Laslo Djere y el francés Benoit Paire. Nadal, que solo ha cedido un set hasta ahora, le privó de romper su techo en Roland Garros.

De hecho, fueron unos de los cuartos de final más fáciles del tenista español, al menos si se mira el resultado final. Solo en el 2008 perdió menos juegos en esa ronda contra su compatriota Nicolás Almagro (6-1, 6-1 y 6-1), aunque en dos ocasiones, en 2006 con Djokovic y en 2017 con Pablo Carreño, sus rivales no acabaron por lesión. Federer lo tuvo más complicado ante un Wawrinka que ha recuperado su mejor tenis, pero que venía mermado por la batalla física que libró contra el griego Stefanos Tsitsipas, en el partido más largo hasta ahora en lo que va de torneo.