Con cuatro horas y media de retraso. Bajo una ligera llovizna, paraguas y chubasqueros en las gradas, cielo plomizo y 9 grados de temperatura, Rafael Nadal entró en su central con el mono de trabajo para resolver el partido de octavos de final ante el sudafricano Kevin Anderson por 6-3 y 6-4. Un partido más, un día menos en su camino hacia la segunda décima después de Montecarlo. «Cadal día la historia es distinta y estoy dispuesto a prolongar mi mejor tenis», valoró Nadal satisfecho. Ayer sumó la victoria número 50 en el torneo.

«No eran las mejores condiciones para jugar», dijo tras deshacerse del gigante Anderson (2,03 metros). A los 10 minutos iba 3-0. A la media hora se había apuntado la primera manga y, aunque cedió el primer juego de la segunda manga tras 14 minutos de lucha, en cuanto hizo break ya no dejó escapar la ventaja para pasar a cuartos.

Su próximo rival no será Alexander Zverev, como se esperaba, sino el desconocido surcoreano de 20 años, Hyeon Chung, número 94 mundial, que protagonizó una de las sorpresas del día al ganar por 6-1 y 6-4.

El alemán que aterrizó en Barcelona dispuesto a medirse de nuevo con Nadal, que le eliminó en Montecarlo con un doble 6-1, se marchó de la pista rompiendo la raqueta y tras cometer una doble falta final. No fue la única sorpresa de la jornada que vio el debut por fin del número 1 mundial, Andy Murray, que ganó a Feliciano López (6-4, 6-4).

El japonés Yuichi Sugita eliminó al asturiano Pablo Carreño por un doble 6-3. El tenista asiático, de 28 años y número 91 mundial, fue repescado de la previa tras la renuncia por lesión de su compatriota Kei Nishikori. También cayó el belga David Goffin al perder con el ruso Karen Khachanov por 6-7, 6-3 y 6-4. Mientras, el español Albert Ramos ganó a Roberto Bautista (6-2, 3-6, 6-4) y se medirá a Murray .