HUESCA0

NÁSTIC1

3Goles: 0-1, m.71: Uche.

3Árbitro: Sagués Oscoz (Comité Riojano).

3Tarjetas: Amonestó a los locales Sastre y Pulido y a los visitantes Xavi Molina, Matilla y Tejera. Expulsó a Akapo con roja directa por una entrada a Tejera.

3Huesca: Remiro, Brezanzic (Rulo, m.46), Akapo, Jair, Pulido, Sastre (Camacho, m.81), Melero, Álex Gallar (Ferreiro, m.75) Moi Gómez, Chimy Ávila y Cucho Hernández.

3Nástic: Dimitrievski, Abraham, Pleguezuelo, Xavi Molina, Otar, Javi Márquez (Uche, m.57), Matilla, Jean Luc (Dimitru, m.57), Álvaro Vázquez (Fali, m.74), Tejera y Manu Barreiro.

Ganó el que más lo necesitaba. Tímidamente lo intentó el Huesca y prácticamente lo mismo el Nástic. Eso sí, la mejor ocasión, y casi la única decente que tuvieron los tarraconenses, fue a la jaula. Unos celebraron el ascenso, otros la salvación casi matemática. Y todos contentos.

Poca historia tuvo la primera parte. El Nástic jugó atenazado, con las ideas claras sobre todo en defensa, pero con excesiva inocencia en ataque. Por su parte, el Huesca no inquietó tampoco a Dimitrievski, aunque al final de la primera parte tuvo varios acercamientos peligrosos.

El Chimy Ávila fue el gran agitador del duelo. Un zurdazo suyo pasó cerca de la portería y, en la última azulgrana del primer acto también estuvo muy próximo a anotar. Entre medio le dio tiempo para asociarse con el Cucho, pero su disparo no fue certero. El Nástic más allá de un tiro alto de Matilla y de un balón dividido al que no llegó por centímetros Barreiro poco más generó.

Con el paso de los minutos se fue animando el encuentro y subiendo en intensidad, especialmente por las necesidades del Nástic. El Huesca probó con tiros lejanos y sin peligro del Cucho, Chimy y Gallar hasta que, a los 71 minutos, Uche lograba conectar con la cabeza solo en el segundo palo un preciso centro de Abraham para llevar el delirio a la zona visitante de la grada.

Empañó un poco la fiesta sobre el césped la tarjeta roja directa a Akapo por una entrada por detrás a Tejera que finiquitó el partido, pero no el buen ambiente de una grada que, en la próxima cita, será de Primera.