Rápido, sin aceptar preguntas, con muchos agradecimientos y ninguna causa para su decisión de dejar el Zaragoza y marcharse al Deportivo, tras el acuerdo al que llegó a finales de mayo. Así se despidió Natxo González, solo acompañado por los responsables de comunicación, del Zaragoza, tras una primera temporada de méritos indudadables, con ese tercer puesto final, aunque después llegara la amargura de la decepción del playoff. La explicación hay que buscarla en un mejor contrato, algo que es tan lícito y entendible en él como en cualquier otro profesional, aunque es verdad que el técnico no estuvo fino en el momento y menos el club gallego en filtrar la información con el Zaragoza a punto de jugar la promoción.

«Quiero comunicaros que, por diferentes motivos, dejaré de ser el Real Zaragoza para la temporada que viene», comenzó diciendo, para después iniciar una ristra de agradecimientos, en primer lugar al consejo y a la dirección general y deportiva, por «haberme dado la oportunidad de poder haber vivido lo que he vivido. Momentos delicados, momentos muy buenos y momentos emocionantes. Y por poder conocer este gran club y esta gran entidad en todos los aspectos».

Después se acordó de los jugadores, de la plantilla que deja, que «son los verdaderos artistas de todo esto. Los artífices de esta gran temporada que no ha acabado como nos hubiera gustado. Pero eso no va a borrar la realidad, que es el trabajo que han hecho», aseguró el técnico, que recordó a los integrantes del cuerpo técnico y al personal del club y también a los medios de comunicación, aunque ahí sí especificó que a la mayoría de ellos.

LA AFICIÓN, MUY PRESENTE / Su agradecimiento más grande fue para la afición: «¡Qué decir de ella que no haya dicho en reiteradas ocasiones! Solo puedo estar agradecido por su cariño y su respeto. Es una gran afición, con un gran sentimiento por su club. Me marcho dolido sobre todo por ellos. Porque se había generado una dinámica positiva, una inercia en todos los sentidos. Pero el juego tiene estas cosas y no hemos podido hacerles todo lo felices que nos hubiera gustado. Ha sido un año con una comunión perfecta entre afición y jugadores, que perdurará. Y esto solo puede dar buenos resultados. Un abrazo fuerte para todos y gracias», aseveró el técnico vitoriano, que firmará un contrato por dos años y uno opcional y con un salario que, según fuentes del club gallego, está en los 600.000 euros brutos, casi el triple de lo que iba a percibir el próximo curso en Segunda con el Zaragoza.

Natxo hizo una pausa para aguantar las lágrimas cuando recordó «el agradecimiento a la ciudad de Zaragoza, una gran ciudad. Y una especial mención a los que han estado muy cerca de mi familia, tanto compañeros y familias del colegio -donde ha estudiado su hijo-, el Antonio Machado, gran colegio; como del fútbol, el club del Amistad. Gracias por habernos hecho sentir tan felices». Ahí acabó la rueda de prensa de despedida del ya exentrenador del Zaragoza, que se marchó sin aplausos y que saludó en su despedida de forma muy cariñosa a varios empleados de la Ciudad Deportiva. A lo largo de la semana depositará su cláusula (100.000 euros, aunque algunas fuentes hablan de una cantidad superior) y será presentado en el Deportivo de La Coruña.