"Me voy decepcionado porque no he conseguido mi objetivo". Nayim no pudo evitar las lágrimas tras el final de su proyecto de compra del club en una rueda de prensa que dio en el hotel Reino de Aragón. En esa comparecencia no tuvo espacio para los reproches y pidió una solución para el Zaragoza. "Sin duda que temo por el futuro. Un club con esta historia no puede desaparecer y espero que el grupo de empresarios que está ahora logre el objetivo de traer a algún inversor que pueda sacar esto. Lo fundamental es que encuentren una solución porque ves a la gente llorando y te dicen que esto se va a ir al garete", aseveró.

Agradeció el apoyo y el zaragocismo de sus colaboradores. Entre ellos, Sixto Genzor estuvo en su despedida, pero no Javier Láinez y Fernando Sainz, que disculparon su ausencia. Además, no reprochó nada a los empresarios aragoneses, aunque no le hayan gustado cosas y comportamientos que ha tenido que vivir de la parte que controla Javier Lasheras, mientras que tanto a los Zorita y a Casasnovas les reconoce que fueron fieles hasta el final en su acuerdo de vender sus acciones a Sheikh. "No sé lo que se ha hecho mal hasta ahora, sé lo que he hecho yo, que he intentado juntar a las partes, llegar a acuerdos y no ha podido ser", aseveró.

"Creo que hay otro plan, un plan C. He hablado con todos, con Javier, con los Zorita, con Casasnovas y los veo tranquilos, sobre todo a Javier, y me da la sensación de que tienen que contar con alguna alternativa seguro. Pero me puedo equivocar. Queda poquísimo, no hay casi equipo, Cuartero está trabajando con temas deportivos, pero si viene algún inversor puede querer cambiar eso. La situación es complicada".

El nudo en la garganta se le puso al autor del gol más importante de la historia del Zaragoza cuando tuvo que hablar de la afición. "Vine por mis sentimientos, por el cariño hacia la cuidad y su gente. Aquí he vivido los mejores momentos de mi vida. Lo importante para mí es que cada vez que vengo aquí noto ese cariño. Lo demás es secundario", explicó, casi entre lágrimas y con aplausos de fondo, al ser cuestionado si notaba intacto el afecto de la gente tras lo vivido estas semanas.

"Llevamos arrastrando una imagen ocho años y parece que esto continúa. Cuando veo a los aficionados que me paran por la calle y llorando, lo más triste es que la imagen del Zaragoza se sigue deteriorando. He visto a La Romareda bufandear, cómo al Zaragoza se le respetaba mucho a todos los niveles. Lo fundamental es recuperar ese prestigio, que la afición vuelva a disfrutar con su equipo y que cuando vayamos por ahí la gente sienta envidia de nosotros".

¿Volverá si el Zaragoza le necesita? "Me llamó Aurelio Gay y acudí, lo hizo Kadir y también. Si me vuelven a decir ven a ayudar, no lo dudaré. Siempre tengo la esperanza de volver y ayudar de alguna manera", sentenció el exjugador, que por la tarde se marchó tras unas jornadas muy intensas que no tuvieron el final deseado.