Lo dijo Antonio García Lapuente, secretario del consejo de Real Zaragoza: "La viabilidad del club depende exclusivamente del acuerdo con Hacienda". Fue él quien se encargó de explicar en la Junta de Accionistas la difícil situación con la AEAT por la deuda, que supera los 32 millones de euros (18 de deuda vencida el 5 de septiembre, más intereses, apremios y casi 9 de deuda histórica), y la imposibilidad de llegar a un acuerdo. Ya se habló en octubre de la posibilidad de entrar en causa de disolución de la SAD si ese acuerdo no llegaba, porque los embargos de las cuentas impiden al Zaragoza atender su día a día, y ayer, en un tono quizá menos alarmista y de menor confrontación, sí se volvió a recordar que ese riesgo se mantiene muy latente.

La instrucción de Hacienda del 19 de noviembre supuso la posibilidad de alcanzar un acuerdo para un convenio singular tras la salida del concurso de acreedores, pero más de un mes después el club no es optimista en lograrlo, pese a que en un primer momento sí se pensó en alcanzarlo. Tras aclarar que el Zaragoza, desde la llegada de la Fundación 2032 había pagado ya a Hacienda 6,1 millones (2,1 en julio y otros cuatro después) para la deuda del corriente de este año, García Lapuente explicó la propuesta del fisco y la que hace el Zaragoza, aclarando antes que la deuda tras la salida del concurso en 2012 era de 40 millones y que en septiembre del 2013 se pactó con la Delegación en Aragón negociar un nuevo convenio un año después, algo que al final no se cumplió.

Hacienda pide al club un pago inicial del 20% de la deuda total, unos 6,3 millones, ponerse al día en la deuda corriente, otros 600.000 euros, y la primera cuota mensual (210.000 euros). Es decir, unos 7,1 millones solo para firmar un convenio que sería de 60 cuotas de 419.000 euros en Primera (unos 5 millones al año) y de 75 cuotas de 210.000 euros en Segunda (2,5 anuales). La primera cuota se pagaría el día 20 del mes siguiente al convenio.

Desde Hacienda se deja claro que esta instrucción de noviembre es un marco, que la posibilidad de negociación dentro de esas condiciones es en la práctica nula. Si el club llegara a ella --ha mirado fuentes de financiación en fondos de inversión o con nuevas aportaciones a la Fundación-- acabaría el curso en junio pagando casi 14 millones al fisco (6,1 ya pagados y más de siete después). La AEAT considera como marco inicial la salida del concurso en junio del 2012, por lo que hay menos tiempo para pagar esa deuda histórica. En teoría, hasta el 2020.

La propuesta del Zaragoza no contempla un pago inicial y sería de cuatro millones en Primera y dos millones en Segunda --si esos dos millones se hacen como pago inicial ya computarían para este curso--. Hacienda en todo caso ya la ha rechazado. Con esa propuesta la cantidad total abonada al fisco sería de 8,1 millones hasta junio.

La gran diferencia está en el pago inicial, porque en las cuotas anuales en Primera y Segunda no hay gran distancia. Eso es lo que tiene encallada la negociación. El Zaragoza ha intentado que no se compute en la deuda el apremio dictado en octubre (unos 3 millones), lo que no será posible, o que no se compute el 20% del mismo en el pago previo. Ese 20% de cantidad inicial difiere mucho si es sobre la deuda vencida (3,6 millones) o sobre la global, los 6,3 citados.

"Mientras haya opciones las vamos a agotar, pero tenemos que firmar un convenio que nos haga ser cumplidores. No podemos firmarlo por levantar un embargo. La AEAT no maneja los plazos que nosotros manejamos y el no haber llegado hoy por hoy a una resolución del convenio nos ahoga en el día a día. Nos piden un 20% de la deuda. Eso no es asumible para el club. Hay que tratar de resolver que el pago inicial no sea tan elevado", resumió Christian Lapetra, presidente del Zaragoza. Ese embargo de cuentas llevó al club a no pagar la nómina de noviembre a jugadores y trabajadores.