—¿El éxito ha cambiado en algo su vida?

—No, vivo en el sitio de siempre, mi vida es totalmente normal, de adolescente cuando estoy en casa y cuando estoy por el mundo, algo diferente. Tengo la suerte de que cuando llegue a casa la vida vuelve a ser normal y tendré la tranquilidad que necesito.

—Ha ganado 15 Grand Slam, tres menos que Federer. ¿Le pasa por la cabeza alcanzarle?

—Ni hace seis meses estaba tan acabado ni ahora soy tan grande. Ni soy muy eufórico cuando las cosas van bien ni muy negativo cuando van mal. Soy bastante estable y generalmente intento asumir las cosas que van ocurriendo desde la normalidad y la naturalidad, sin hacer alardes ni grandes dramas. Desde esa perspectiva, que me funciona, sigo adelante.

—¿Se considera hoy mejor tenista que hace unos años, más técnico y menos físico?

—Llevo escuchando eso mucho tiempo. Si ponemos vídeos de 2013 o de 2008 veremos que no era un jugador físico. Jugaba con más intensidad porque la tenía. Pero con intensidad no se gana lo que gané en aquel momento. Creo que hay cosas que hago mejor que antes. He incorporado cosas y he perdido otras. El servicio y el revés son mejores que antes. El entendimiento del juego también. El físico es un poco peor, pero sigue siendo un buen físico. En general hay una evolución, pero no me considero mejor. No sé si el yo actual hubiera ganado al de 2008. Pero todos evolucionan, también Federer o Djokovic.

—¿Se considera una leyenda?

—No, lo llevo con total normalidad, no es nada que me preocupe. Disfruto todo el cariño que me da la gente y todos los elogios son más que bienvenidos, igual que cuando hay críticas también las he aceptado si son dentro del respeto. Es parte de nuestro mundo. Sé que mi carrera es especial, pero a los 31 años no voy a creerme otra película diferente a lo que he pensado el resto de mi vida. Soy consciente de que todo lo que estoy viviendo es pasajero. Mejor no subirse muy arriba porque la caída es más grande.

—¿Cómo se plantea Wimbledon, el siguiente Grand Slam?

—Llevo unos cuantos meses muy intensos, soy el jugador que más partidos ha jugado en el año. Aunque los partidos aquí no han sido los más duros de mi carrera, a nivel emocional y de tensión, que desgasta mucho el cuerpo, han sido duros. Unido a toda la temporada de tierra que ha sido muy dura. Es el momento de analizar bien las cosas y hacer el calendario del año para mantener la frescura mental y física. Todavía no me planteo lo que va a ocurrir, pero voy a hacer el mejor calendario para llegar a Wimbledon bien.