El italiano Vincenzo Nibali, gran vencedor de la quinta etapa del Tour de Francia en la que confrontó su posición de líder de la general, aseguró que no esperaba sacar tanto tiempo a sus principales rivales.

"Me imaginaba que podía sacar algo de tiempo, porque hay jornadas muy duras como esta en el Giro, pero tanto no esperaba", dijo el ciclista del Astana, que ganó 2.35 con Alberto Contador, 2.09 con Alejandro Valverde y que vio como el británico Chris Froome, ganador de la pasada edición, tenía que abandonar.

"Cuando he visto que los otros tenían problemas hemos acelerado el ritmo. El equipo ha estado hoy perfecto y yo me he encontrado en una gran forma", aseguró el italiano, que ya demostró su buen momento con la victoria en la segunda etapa.

Nibali lamentó la caída que obligó a abandonar a Froome y lo achacó a la dureza de la jornada por la lluvia y al nerviosismo que hay en el pelotón.

"No tengo mucha experiencia en los adoquines, pero me habían dicho que había que mantener la trayectoria recta e ir por el medio. El terreno estaba muy resbaladizo y he tratado de aplicar mis conocimientos a la hora de trazar trayectorias", aseguró.

Pese al golpe de efecto que asestó al Tour, Nibali afirmó que todavía queda mucha carrera.

"Hay que mantener la calma, el recorrido hasta París es todavía duro y puede haber caídas", dijo el ciclista.

"Tengo una buena ventaja con Contador, pero ahora hay que pensar en una buena estrategia para las próximas etapas", dijo.

Nibali reconoció que no esperaba conservar hoy el amarillo, ya que se lo podían arrebatar los especialistas en las clásicas, como el suizo Fabian Cancellara o el checo Peter Sagan.

"Pero me he encontrado muy bien y estoy contento de haberlo conservado", dijo.

Sobre el hecho de haber batido en esta etapa a especialistas en la París-Roubaix, Nibali dijo que "no se puede comparar con esa clásica, porque hay menos kilómetros de adoquines y porque al final todo el mundo llega con pocas reservas porque no te queda comida".