Por edad estaba prácticamente ante su última oportunidad para convencer al técnico y a los dirigentes zaragocistas de que tenía un hueco en el primer equipo y, tras una pretemporada en la que está dejando un muy grato sabor de boca, Carlos Nieto se ha ganado la renovación por cuatro temporadas con el Real Zaragoza.

El nuevo contrato, hasta el 2022 y siendo miembro a efectos plenos del conjunto de Segunda División, es un premio a su buen hacer y a llevar toda la vida como canterano del club aragonés. Once años en total, nada más y nada menos.

Debutó en septiembre del 2014 ante el Sabadell en La Romareda gracias en parte a la falta de efectivos que tuvo el Real Zaragoza ese verano por el cambio de propiedad a la Fundación Zaragoza 2032 y desde entonces ha estado en el filial zaragocista y contando de vez en cuando con el primer equipo para entrenamientos, pero no ha tenido la oportunidad en más partidos.

Con 22 años, una edad complicada para continuar en un filial después de tantas campañas y partidos disputados, le ha llegado la opción de demostrar en pretemporada a las órdenes de Idiakez que puede tener un puesto en el primer equipo.

Su polivalencia también ha sido fundamental en la decisión de renovarle, ya que puede ejercer como lateral izquierdo, donde ha jugado durante toda su etapa de formación, como extremo o de interior en el rombo del técnico vasco, posición en la que también ha sido probado en pretemporada y con buen bagaje. Las bajas en el centro del campo zaragocista también han influido ya que puede ser un buen complemento para varias posiciones, pero principalmente la confianza de Imanol Idiakez.

«Cuando recibí la noticia no podía estar más contento. Para un jugador de la ciudad, que lleva once temporadas ligado al club, llegar al tope que es la primera plantilla, es todo felicidad. Sabemos todo el sentimiento que lleva este club y mi esfuerzo será el máximo. Ahora me toca devolver en el césped toda la confianza que han puesto sobre mí», dijo Carlos Nieto tras su renovación. Ahora tendrá que ganarse un puesto sobre el césped, seguir convenciendo al técnico y continuar con su progresión vistiendo la camiseta del primer equipo del Real Zaragoza.