Varios factores explican el buen momento anímico del Real Zaragoza en el comienzo de esta temporada. Podrían situarse en primer lugar los resultados, aunque no está muy claro si son causa o consecuencia del sosiego con el que hoy en día se expresa cualquier zaragocista que pasa por una rueda de prensa. Seguramente todo influye en el humor de un bloque bien reconocido. Se pueden poner en orden indistinto las causas de la felicidad. Para Dani Lasure, que fue quien habló ayer, todo empieza por haber mantenido el bloque y continúa en el buen ambiente interno, en el trabajo que la temporada pasada dejó al Zaragoza a las puertas del ascenso. No llegó el premio, se ha encontrado una recompensa en forma de cariño y fidelidad. Más abonados, más cariño, más ilusión. El orgullo es mutuo.

«Es sorprendente lo que está sucediendo. Nos hace estar orgullosos de lo que conseguimos el año pasado. Es cierto que todos queríamos ascender y no lo conseguimos, pero logramos algo tan bonito como esto. El reflejo de ese trabajo es el número de abonados y que la gente va al campo con muchísima ilusión», explica Lasure, que se extendió en su explicación sobre los suyos: «La Romareda es una auténtica maravilla. Se nota mucho la diferencia, no tiene nada que ver con las primeras jornadas de la temporada pasada».

En familia se vive mejor, así que el Zaragoza ha apostado desde la pasada campaña por fomentar la unión en el vestuario, algo a lo que ha ayudado el creciente número de aragoneses que engruesan el primer equipo. «Por suerte no ha habido casi bajas y eso ayuda mucho a entenderte con los compañeros y a que haya una dinámica similar a la del año pasado. Creemos que eso es muy bueno, que el ambiente es una de las claves para ser fuertes. Al final, las plantillas son parecidas en cuanto a calidad, así que la diferencia la puede marcar un poco el grupo y estar fuertes en momentos difíciles», explica el lateral aragonés.

Las Palmas es el primer coco del año, nada que ver con el Majadahonda o el Reus. «Será otra batalla, un partido totalmente distinto de los que hemos tenido hasta ahora. Está claro que será difícil porque tienen buena plantilla y vienen de donde vienen». Y porque tienen, entre otros, al goleador Rubén Castro, «un problema al que tendremos que enfrentarnos y que intentaremos afrontar con normalidad como cualquier otro».

Lo hará con Lasure de titular, otra vez, pese a que no se siente intocable. «Indiscutible no hay absolutamente nadie. Estoy contento por estar jugando, pero no hay que vivir del pasado», explicó el zaragozano, que apenas halla diferencias entre Idiakez y su predecesor: «Cada entrenador tiene su manera de trabajar y de entender el fútbol. Siempre hay pequeños matices y, en ese sentido, a los laterales se nos da importancia como el año pasado. El sistema es similar, no obstante, con esos pequeños matices que se van cogiendo poco a poco».