El zaragozano Rubén Alcaine preside la Asociación de Clubs de Fútbol Femenino (ACFF), un deporte que está en un punto clave de su historia. Sin embargo, existen discrepancias con la Real Federación Española (RFEF) sobre el modelo de competición, ya que el organismo que preside Rubiales quiere instaurar dos nuevas Ligas para la próxima temporada, División Élite y Promesa, cuando ya está aprobado el sistema de competición con la novedad de la creación de la Primera B.

—¿Por qué desde la asociación rechazan el nuevo modelo de la RFEF?

—La Primera B es un modelo propuesto y trabajado desde la asociación y presentado y terminado de trabajar con la Federación Española de Fútbol y fue aprobado el 8 de julio del 2018 por la asamblea de la Federación. Entraría en vigor en la siguiente temporada si no hubiera tenido una ocurrencia la Federación.

—¿Qué ocurrencia?

—Todo viene porque hemos vendido los derechos de televisión a Mediapro. La RFEF saca una competición en marzo para implementarla en julio cambiando la Liga Iberdrola y la Primera B por División Élite y Promesas en la que quieren volver a sacar los derechos de televisión, siendo que ya están adjudicados. Nosotros decimos que los derechos ya están adjudicados y que, si hay algo que mejorar lo hablaremos, porque estamos por la labor.

—Parece que el presidente Luis Rubiales está ejerciendo una posición de fuerza.

—Para eso está también el Consejo Superior de Deportes, que algo tendrá que decir también cuando todos los clubs que compiten en esa Liga están diciendo que no. Si no hay entendimiento, el CSD tendrá que tomar partido. Hemos solicitado reuniones, pero aún no han sido atendidas.

—¿No le da pena que la Federación no cuente con los clubs y quiera imponer su modelo?

—Me da una pena terrible porque la Federación ha obviado durante todos estos años el fútbol femenino. Ahora quiere hacer cosas y estamos encantados, pero queremos hacerlas juntos. Nosotros tendemos la mano. En el 2015, cuando nadie nos hacía caso a nivel mediático ni social, nos fuimos a LaLiga y creamos una asociación de clubs. Nos pusimos a trabajar, llegaron Iberdrola y las teles y desde entonces se ha logrado ponerlo en el escaparate mediático, hablar de un convenio colectivo y de más avances. Nos ha pillado en medio la guerra que tiene la RFEF con LaLiga.

—Han vendido los derechos de televisión por 9 millones de euros en tres años a Mediapro, cuando antes no se cobraba por ello. ¿Cómo lo valora?

—Es algo histórico, pero también son los derechos de fútbol femenino que más baratos va a pagar un operador en la historia. El próximo concurso será mucho más caro, pero estamos encantadísimos.

—¿En qué punto está la negociación del convenio colectivo?

—Estamos relativamente cerca de entendernos, aunque hay líneas rojas que no se han resuelto. Tenemos un escenario incierto para la temporada 19-20 y hasta que no se resuelva no se puede avanzar mucho, porque el convenio se ha trabajado en base a lo que tenemos ahora, la Liga Iberdrola. Queremos acabarlo lo antes posible, pero esto no ayuda nada.

—¿En qué aspectos todavía no están de acuerdo?

—Hay que acercar posturas todavía en aspectos como la parcialidad de la jornada o las horas de trabajo. Llegamos a ofrecer que una jugadora esté contratada por 20.000 euros a una jornada de 35 horas, en el caso de poder comercializar los derechos generar otros ingresos, y atendiendo a una posible parcialidad. Otro punto era que los sindicatos querían que entrase con carácter retroactivo, pero nos hemos negado porque los presupuestos de los clubs estaban cerrados.

—¿Dónde está el techo del fútbol femenino?

—No lo sé, pero todavía nos queda muchísimo recorrido y trabajo por hacer. Hay que seguir aunando esfuerzos para que las futbolistas puedan jugar en las mejores condiciones posibles, den espectáculo y llamen a la afición, televisiones y marcas que quieran apostar, aunque hay que mejorar la asistencia a los partidos de Liga regular cuando no son en grandes estadios.

—Mañana el Zaragoza CFF tiene una cita crucial por el ascenso ante el Seagull.

—Si le dijera que estoy tranquilo le mentiría, pero estoy convencido de que las jugadoras y el cuerpo técnico están mentalizados y que la afición va a responder y llenar el Pedro Sancho. Somos conscientes de lo que tenemos en juego y creo que vamos a sacar los tres puntos.

—¿Es el ascenso la única posibilidad que contempla el club?

—El proyecto está hecho para volver a Primera. Evidentemente hay unas posibilidades serias de que no podamos concluir en Primera porque es deporte. Si no subiéramos, se haría un proyecto en Primera B para tratar de subir a la Liga Iberdrola.

—¿Le da miedo que Salma Paralluelo termine eligiendo el atletismo antes que el fútbol?

—No. Preferiría que escogiera el fútbol, pero también sabemos que no estará muchos años aquí, porque es un perfil de jugadora que el Zaragoza CFF no se va a poder permitir. Salma apunta a ser una futbolista con una ficha muy elevada.