De la noche al día, del blanco al negro, el CAI, como pasión, viaja en una montaña rusa de sentimientos extremos. Ahora, a una estación de la semifinal, su compañero de viaje es la euforia, un amigo incómodo. La plantilla llama a la serenidad para afrontar hoy la antepenúltima batalla de una guerra, la del ascenso, que aún no está ganada. La amplitud del marcador y la sensación infernal que dio el Príncipe Felipe despertaron en la afición las mejores perspectivas y la impresión de que el Plasencia poco puede hacer ya para evitar su fallecimiento . En el CAI no se fían de esta versión. "Hay que olvidarse del partido anterior y salir muy concentrados. Esto no ha terminado todavía", comentó Oscar González.

Alfred Julbe ha mitigado con su discurso a lo largo de la temporada la pasión del momento (buenos y malos) y en este instante, cuando los errores se pagan con la eliminación, insiste en esta idea. Los jugadores siguen la misma versión y apaciguan la euforia centrándose en su trabajo. "La victoria, aunque fue tan amplia, no te asegura nada. Sólo tenemos que pensar en que no queremos volver a Plasencia, nadie tiene ganas de regresar allí, y por ese motivo hay que salir a morder. Si jugamos como el otro día no deberíamos tener problemas, pero no podemos darlo por ganado antes de jugarlo. Hay que estar contentos, pero sin exagerar", declaró José Ramón Esmorís.

A MATAR Mantener la mente fría y bajar de la nube. Son las consignas de Julbe. Y sus discípulos la siguen a rajatabla. Ayer, el día después, la plantilla amaneció en el Príncipe Felipe para entrenar. El trabajo continúa y no hay que dejar ningún resquicio para dar esperanzas a un rival herido, pero no muerto. "El partido hay que plantearlo con gran intensidad desde el principio. Hay que salir a morir. No podemos relajarnos, ni decir, esto ya está hecho. Hay que estar más concentrado, jugar más duro. Hay que volver a matarlos", indicó Rodrigo San Miguel.

Para no volver a Plasencia, sentir al Príncipe Felipe empujando es vital. Los jugadores agradecen la implicación de la Marea Roja , pero le piden el mismo esfuerzo para hoy. "Su ánimo fue fundamental. Es lo que pedíamos desde hace tiempo y nos lo han dado con creces", afirmó Francesc Sabaté. "El comportamiento del público estuvo sensacional. No es frecuente encontrarte un apoyo igual. A mí me recordó el ambiente que viví con el Caja San Fernando en la última Copa del Rey en Sevilla", dijo José Ramón Esmorís. Los elogios son infinitos. "Fue el mejor ambiente. Quizá sea el primer partido que lo veo tan lleno, mejor incluso que en la Copa del Príncipe. La gente estaba metida en el partido desde el primer minuto. Es de agradecer este empuje, porque son elementos paralelos. Cuando más nos animan, más nos motivamos y cuando esto pasa la gente tiene más ganar de apoyarnos", expresó Rodrigo San Miguel. Hoy, otra cita, con el sueño ACB. No se puede fallar.