—Ayer se hizo oficial su desvinculación del Real Zaragoza y su fichaje por el Toledo, ¿cómo se encuentra anímicamente?

—El Zaragoza siempre es un club especial para mí porque he estado trece años ahí, desde muy pequeño, tanto jugando como yendo a La Romareda desde que tenía cuatro años. Es como una sensación agridulce por salir ya que me hubiera gustado seguir, pero llega una nueva etapa y seguro que será buena.

—¿Cuándo le comunicó Lalo Arantegui que no contaba con usted para el próximo curso?

—Me lo comunicaron a través de mi representante, pero exactamente no se cuándo. Con la Cultural Leonesa terminé la temporada antes que el Real Zaragoza y por ello no nos habían dicho nada ni a mí ni a ningún compañero. En cuanto terminó la temporada en Segunda me lo dijo mi representante.

—¿Echó de menos una llamada más personal?

—Sí, me hubiera gustado sobre todo porque he estado mucho tiempo y no hubiera estado mal una llamada personal del club en la que me explicasen la situación. La hubiera entendido perfectamente, pero no hay que darle más vueltas.

—¿Cómo se siente un canterano cuando sale del club en el que ha crecido?

—Por un lado, jodido como es normal porque son muchos años. No es por haber estado jugando allí, que es muy importante también, pero ya desde pequeño era el club de mi tierra y el club que quiero. Es difícil por eso porque ya no tienes vinculación, pero vienen cosas nuevas que seguro que irán bien. Al Real Zaragoza siempre le seguiré y le deseo lo mejor.

—¿Es este un adiós definitivo?

—No lo sé, espero que no y que sea un hasta luego.

—Tiene el ejemplo de Edu García. Se tuvo que marchar y finalmente volvió a vestir la camiseta del Real Zaragoza, su equipo, en la pasada temporada.

—Ojalá pueda volver algún día como jugador, como entrenador o como sea. Tengo aquí a mi gente, familia y amigos. Es el club de mi vida y me gustaría volver.

—Comienza una nueva etapa en el Toledo, en Segunda B, ¿qué expectativas tiene?

—Había estado dándole vueltas durante todo el verano y esta opción la tuve desde el principio. Me llamaba mucho el interés en mí que mostró el club, el esfuerzo que hizo el equipo y especialmente Joaquín Sorribas en que estuviera allí, porque me ha estado llamando mucho y transmitiéndome confianza. Tenía más cosas interesantes, pero además saben mis problemas que tuve con las rodillas y que necesito un calentamiento especial y cuidarme más y han hecho un gran esfuerzo. Además hay un gran proyecto, el objetivo es entrar en el playoff y ojalá que así sea.

—Para esta temporada han subido varios jugadores del filial y, sin embargo, Edu García y usted ya han salido y Alcolea está en la rampa, ¿le molesta eso justo en una de las campañas en las que más se está apostando por la cantera?

—No me molesta. Ya conozco el club bastante bien y no me sorprende. A los chicos que suben del filial quiero desearles toda la suerte del mundo y decirles que trabajen duro porque es un privilegio estar en el lugar en el que están. No han contado conmigo, lo respeto, lo asumo y ya está.