Sergio Hernández tiene un doble objetivo en Alemania. Por un lado, ganar para acercarse a la final a ocho y, por el otro, enderezar el rumbo perdido en las últimas semanas y mejorar el juego del equipo. «Tenemos la posibilidad de acercarnos a la clasificación de la final a ocho contra un rival muy bueno que va a estar completo, porque cuando vino acá tenía algunas ausencias, así que sabemos que va a ser un juego bien difícil, muy parejo», advierte el técnico, señalando que ni siquiera jugar bien garantiza el éxito.

«El rival es muy bueno y si unimos la previa del próximo juego con lo que yo mismo he dicho de que el equipo no está bien últimamente, va a depender mucho de que nosotros seamos capaces de solucionar nuestros problemas de juego, de identidad que hemos perdido. Pero somos profesionales, somos adultos, asumimos la falta de buen juego que estamos teniendo y trataremos de modificarlo, jugar bien. Pero Bamberg es un equipo que, aunque juegues bien, te puede ganar. Sí sería bueno para borrar una imagen nuestra que no nos gusta de mal juego, de confusión, y para ganar. Porque esto sigue, es dinámico y no te puedes quedar llorando una derrota, hay que ir a por el siguiente partido. Lo que sí hay que reconocer cuando uno jugó mal hay que decirlo con todas las letras. Aquí no hay árbitros, una mala noche... Jugamos mal porque la verdad no lo venimos haciendo bien últimamente», reiteró el argentino.

El técnico seguirá teniendo la duda de Javi García tras su esguince de tobillo. «Ahí está Javier. Ayer parecía que iba a estar bien y no se sintió bien para nada, todo lo contrario. Después de la práctica estuvo trabajando con los fisios y empezó a sentir mejorías y ahí está, trabajando con los fisios. Dependemos de su lesión pero ojalá que se recupere», indicó.