--¿Por qué no ha seguido ligado al fútbol?

--No lo sé. Sigo el fútbol por televisión y voy a La Romareda, pero, por ejemplo, nunca me he planteado si sería o no un buen entrenador. Mis cosas fueron por otro lado, concretamente por la empresa deportiva y por el asesoramiento deportivo en equipamientos, pero nunca es tarde para volver al fútbol. No me veo como entrenador, pero sí como colaborador en alguna otra faceta deportiva en el club. Eso estará por llegar cuando sea.

--Pero su nombre ha sonado hasta para presidente.

--La verdad es que fue un sorpresón cuando se dijeron cosas sobre esa posibilidad, pero no me veía en ese puesto. Puedo colaborar en el club y en el club de mis amores en diferentes facetas, pero la de presidente desde desde luego no hubiera sido la mía. Con el agradecimiento que tengo al club estaría dispuesto a hacer muchas cosas.

--Eso quiere decir que en algún momento se ve colaborando con el Real Zaragoza?

--Puede ser, pero si tiene que llegar, llegará. No me he ido mal de ningún sitio y que estoy abierto a cualquier posibilidad. Soy una persona normal, aragonés y de la casa y la gente me quiere.

--Todos sus hermanos han jugado al fútbol, pero sus tres hijos practican otros deportes. ¿quizás eso tampoco ha favorecido que continuara ligado al fútbol?

--Todavía tengo dos hermanos que son árbitros de la liga laboral y algún sobrino que juega al fútbol, pero mis hijos no tenían condiciones para este deporte y han preferido practicar otros. De todos modos lo importante es que hagan deporte. Mi familia siempre ha sido futbolera.

--¿De no haber sido futbolista que le hubiera gustado ser?

--No lo he pensado nunca y no lo puedo decir. Yo era buen estudiante y una de las espinas que tengo clavadas es que, a raíz de tener que moverme de Zaragoza, no pude acabar la carrera de magisterio por educación física por una sola asignatura. Hice la formación profesional los cinco años y me hubiera gustado terminar la carrera.

--¿En verano llegó a pensar que el Real Zaragoza iba a desaparecer?

--No, porque nunca se iba a dejar desaparecer. Pensaba que, pese a la crisis, algo se iba a hacer en el plano institucional para echar la primera mano y que pudiera salir adelante. Esto es una Sociedad Anónima Deportiva y debe salir adelante con sus propios ingresos, pero de verdad que no pensé que iba a desaparecer.

--¿Considera que para su viabilidad es necesario que ascienda cuanto antes a Primera División?

--Sí, porque la deuda y todos los problemas que arrastra el club hacen que eso sea una necesidad. La diferencia en los parámetros económicos entre estar en Segunda y en Primera División es abismal. Zaragoza es la quinta ciudad de España y se merece tener un equipo en Primera.

--La temporada pasada se quedó lejos de ese objetivo. ¿Cree que esta campaña tiene plantilla para poder ascender?

--Sí, pero va a ser una temporada con muchos altibajos. Yo no veo al Zaragoza como líder absoluto de la categoría y marchándose primero como otros años ha sucedido en Segunda División, por eso tendrá que pelear hasta el final por conseguir una de las dos plazas de ascenso directo. Lo importante es que el equipo se encuentre siempre en puestos de promoción para estar en la pelea por subir hasta el final. Hasta ahora se está compitiendo bien.

--El Zaragoza de la Recopa surgió de aquella promoción con el Murcia para mantenerse, ¿por qué no soñar con ascender en una promoción y pensar que aquello se puede repetir ahora?

--Puede ser, por qué no. Ahora mismo las cosas se pueden hacer con más tranquilidad, sin locuras en el plano económico y paso a paso. Veo una Romareda mucho más paciente a nivel de aficionados, pero también hay que dar cada paso con mucha seguridad. Uno de los mejores recuerdos que tengo de mi estancia en el club es aquella promoción contra el Murcia con La Romareda llena y estoy seguro que a cualquier equipo le asustaría jugar ahora un partido de este tipo en nuestro estadio con el Real Zaragoza busca el ascenso. La Romareda es un estadio de Primera División a Primera. Creo que en esa situación tendríamos mucho a ganar.