Alguna vez tenía que ser. La poderosísima, la tremenda, la vencedora KTM, la firma austriaca que construye motos impecables, robustas y velocísimas en cualquier terreno y especialidad, había dominado el Dakar en los últimos 18 años, además, sin contestación alguna. Impecable. Determinante. Honda, gigante de las dos ruedas, también en todos los terrenos, regresó al tremendo rally desértico hace ocho años con la única y sana intención de arrebatarle el trono a KTM y solo este año ha visto cumplido su sueño de la mano de un poderosísimo equipo, liderado porel joven estadounidense Ricky Brabec, de Hesperia (California, EEUU), de 28 años, que ha domina el Dakar desde la tercera a la última etapa con mano de hierro, escoltado por Joan Barreda, Kevin Benavides y José Ignacio Cornejo, un auténtico dream team, a imagen y semejanza del que hasta hoy presentaba KTM para ganar la prueba.

Hacía, nada más y nada menos, que 31 años que Honda no ganaba el Dakar, desde que lo hiciera Gilles Lalay, en 1989. Brabec (Honda) lo ha logrado hoy por delante del chileno Pablo Quintanilla (Husqvarna, filial de KTM, es decir, KTM pura), que firmó su mejor actuación en ocho participaciones en el rally más duro del mundo, y en la tercera del australiano Toby Price (KTM).El primer Dakar en la carrera de Brabec es también el primero triunfo de la firma alada en más de tres décadas.

BARREDA, SÉPTIMO

Barreda acabó en la séptima posición al recibir antes de la última etapa una sanción de 15 minutos, que le privó de la quinta plaza que tenía después de la penúltima jornada de competición. Jaume Betriu acabó en la 14 posición de la general y fue el mejor debutante en motos al ganar el duelo particular que tenía con el británico Jamie McCanney (Yamaha). Y la tremenda Laia Sanz (Gas Gas), que ha vivido un auténtico calvario este año, logró terminar su décimo Dakar consecutivo y quedó en la 18 posición de la general, mermada por una caída padecida en los primeros días y perjudicada por los tramos veloces de la segunda parte del rally.

La victoria final que tanto persiguió Brabec ha estado marcada por la amarga y trágica muerte en la séptima etapa del portugués Paulo Gonçalves, quien hasta el año pasado había sido su compañero en el equipo oficial de Honda.

El norteamericano, criado en una familia amante de los deportes de motor, recaló en el escuadrón de la marca nipona tras destacar en el circuito de rallys fuera de pista de los Estados Unidos, donde prácticamente lo ha ganado todo. Solo en 2014 ganó las tres carreras de desierto más prestigiosas de país norteamericano, entre ellas la Baja 1000, la Baja 500 y la Baja 250, un triplete que no pasó inadvertido para Honda.

FELICITACIÓN DE HONDA

El equipo oficial de la marca japonesa lo invitó en 2015 a correr el Abu Dabi Desert Challenge, donde firmó una destacada quinta posición que le sirvió para comenzar a pilotar la moto oficial de Honda en el Dakar a partir del año siguiente, con una progresión que lo llevó este año hasta lo más alto.

El ingeniero japonés Yoshishige Nomura, presidente del departamento de competición de Honda (HRC), se ha apresurado, cómo no, a felicitar muy efusivamente a los componentes del equipo Monster Energy Honda Team. Ha ganado Brabec, pero todos sabemos que en el deporte del motor lo importante es el equipo, el fabricante, los patrocinadores, por eso quiero destacar también el papel de todos, todos, nuestros pilotos porque sabido es que una victoria así siempre es cuestión de años, de meses de duro trabajo y de la calidad de todo nuestro equipo.

Hay que tener en cuenta que los pilotos de Honda han ganado seis etapas: Brabec, la 3 y la 6; Barreda, la 10; Cornejo, la 4 y la 12; y Benavides, la 7, consiguiendo dos tripletes en la 3 y 10 etapa.