Sergio Hernández se mostró satisfecho de la victoria de su equipo, pero explicó que había habido dos partes y que el equipo se había marchado enfadado al vestuario por lo mal que defendieron en el primer tiempo. «Casademont Zaragoza tuvo dos etapas muy diferentes. La primera en que perdimos en casi todas las acciones que ellos quisieron jugar, defensivamente hablando, jugando uno contra uno muy fácil, metieron muchos cortes a canasta, puertas atrás y muchísimos rebotes ofensivos, nos fuimos de mal humor al vestuario», resumió el técnico.

Sin embargo, su equipo fue capaz de volver y darle la vuelta al marcador. «En la segunda parte, con más corazón, combinando defensa zonal y de hombre, confundiéndolos y aprovechando momentos ofensivos no muy lúcidos pero con jugadores por momentos calientes como Benzing. En el momento que dimos la vuelta al encuentro anotando algunos tiros de tres puntos consecutivos y jugando en el poste bajo, si bien pudo haber sido un poco de inteligencia de equipo también fue de su calidad individual, pudimos llevarnos un partido en una cancha contra un rival muy difícil», concluyó el técnico argentino.

El Casademont regresará hoy de Rusia en un largo viaje con tres escalas. Al equipo aragonés solo le quedará un partido más en esta fase de grupos, en Zaragoza contra el Start Lublin polaco el próximo martes 19 de enero. En febrero se procederá al sorteo de la nueva fase de grupos, con cuatro equipos cada uno, y se comunicarán las fechas definitivas. La previsión es que esa siguiente eliminatoria empiece el 2 y 3 de marzo. Se jugará una liguilla de seis partidos entre los cuatro equipos y se clasificarán los dos primeros de cada grupo, que accederán directamente a una final a ocho que se jugará en mayo.