Se marchó firmando autógrafos, regalando muñequeras y escribiendo Allez! (¡Vamos!) en el objetivo de la cámara de televisión de la Suzanne Lenglen. Novak Djokovic no ocultaba su satisfacción por su pase a los octavos de final tras el calvario ante Roberto Bautista que le tuvo contra las cuerdas y le acorraló por 6-4, 6-7 (6-8), 7-6 (7-4) y 6-2 tras casi cuatro horas de intensa batalla.

El exnúmero uno y campeón del 2016 en París superó una dura prueba. Bautista le llevó al límite e hizo que explotara, como hacía tiempo que no se le veía, destrozando su raqueta sobre la pista en el tie break del segundo set. Suponía el 7-6 y un punto decisivo para ganar el segundo set en el que, antes, había desperdiciado una ventaja de 4-1 y cuatro set balls con 5-3 en el marcador.

Djokovic no ocultó su desesperación. «Bautista es un luchador, un especialista de tierra y juega con demasiada paciencia para mí. Hoy he necesitado tenerla», admitió. Tras su enfado, el exnúmero uno aceptó que si quería seguir en el torneo tocaba sufrir y luchar por cada punto ante un rival que era un muro.

PÉSAME A BAUTISTA / «Salí dispuesto a hacer un partido duro e igualado. Que sintiera presión. Y lo conseguí, pero me ha faltado aprovechar mi oportunidad», admitió Bautista, que antes de ceder el decisivo tie break de la tercera manga dejó escapar dos ventajas de 3-1 y 5-3. Habría sido definitivo, pero tras no conseguirlas Djokovic ya no le daría opción. Eso sí, el serbio lo felicitó por su lucha y le dio el pésame por la reciente muerte de su madre. Mañana le espera en la pista otro duro español, Fernando Verdasco, que aunque no tiene la paciencia de Bautista dio ayer la sorpresa al eliminar al búlgaro Grigor Dimitrov, cuarto del mundo, por 7-6 (7-4), 6-2 y 6-4.

Roberto Bautista dudó en acudir este año a París después de la inesperada muerte de su madre hace pocos días. «Haber salido de casa y tener la mente en Roland Garros me ha ayudado. Ahora necesito volver y hacer una parada», explicó tras el duelo.

Tampoco pudo pasar a los octavos de final Pablo Carreño ante el italiano Marco Cecchinato, por 2-6, 7-6, 6-3 y 6-1. El asturiano, número 11 mundial, se despidió ante un rival que nunca había ganado un partido de Grand Slam de los cinco que había jugado anteriormente. Al italiano se le abrieron las puertas de los octavos.

Hoy será el turno para las dos principales bazas españolas. Garbiñe Muguruza abre la jornada a las 11.00 horas ante la peligrosa Stosur, mientras que Rafael Nadal se enfrentará a Richard Gasquet en el segundo turno, no antes de las 13.00 horas.