Cómo iba a saber Ramón López, futbolista aragonés, que en su primera temporada fuera de la comunidad conseguiría tal gesta como es vencer y eliminar al Real Madrid en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey. Ni él, ni ninguno de sus compañeros del Alcoyano podían pronosticarlo, pero así fue.

El equipo ascendió después del parón por el coronavirus a Segunda División B, categoría en la que lleva una buena racha. Pero la Copa ha sido de otro mundo. El de Sabiñánigo asegura que la trayectoria en esta competición es «un regalo». «Fue un premio jugar contra el Huesca y el Gordo de la Lotería que tocase el Madrid», explica el extremo, pero es que además consiguieron eliminar a los dos equipos de Primera División.

Con tanta emoción sería fácil olvidarse de lo que viene, pero durante este viernes se sortearán los cruces de octavos. López ya no se preocupa por los rivales después de las dos gestas: «Ahora que venga quien venga, da igual, ya estamos disfrutando al máximo y podemos ganar a cualquiera», asegura y añade riendo que si le han ganado al Madrid «por qué no ganar a otro».

La moral del Alcoyano siempre ha sido digna de mención, pero que no parezca que el ir a por todas viene de ahora, una vez ya metidos en el sueño de la Copa. Su meta es, ya desde antes, «ir partido a partido, creer e intentar llegar lo más lejos posible», incide López. Incluso cuando Éder Militao adelantó al que era el favorito al borde del descanso. «En todo momento creímos, el mensaje en la media parte fue que levantáramos la cabeza», confiesa el del Alcoyano. Relata que eso es lo que les transmitieron porque habían hecho «una primera mitad espectacular minimizando al Madrid».

«No tuvieron muchísimas ocasiones y además tenemos a José Juan, que se ha hecho el más famoso de España», continúa entre risas para aclarar que ellos, que lo conocen del día a día, saben «perfectamente cuál es su potencial aun con 41 años, es un porterazo». Esto les dio un incentivo más. Y Solbes marcó el primer gol, el del empate. «Me tocó salir de suplente, perdíamos y tuve la suerte de peinar ese balón que al final fue asistencia», recuerda el serrablés. Los revulsivos estaban preparados para cuando el míster lo necesitase, porque «todos los cambios fueron importantes». «Los que salimos estuvimos implicados en jugadas de gol y en conseguir la victoria», puntualiza el aragonés. A partir de entonces tenían confianza en que el guardameta diese continuidad a su gran actuación desde los once metros. Pero no hizo falta esperar tanto para el milagro.

A pesar de que tienen «un bloque unido, un buen vestuario», no esperaban el gol de Juanan. «No nos lo podíamos creer, estando con uno menos marcar un tanto al Madrid en una contra», relata el jugador, que fue precisamente el expulsado, para continuar expresando que significó «una alegría y una euforia tremendas que solo pasa una vez en la vida». Aunque, por qué no, pueden seguir soñando con la siguiente ronda.

Pero primero tienen otros compromisos que atender, lo importante es «la Liga, conseguir el objetivo de meterse en Liga Pro». Están «centrados en ello» y tienen «un partido muy importante este fin de semana contra el Orihuela», rival con el que empatan a puntos. La resaca de la prórroga puede pasarles factura, pero «la ilusión y la alegría hacen que notes menos las piernas y el cansancio, seguro que el equipo responde», asegura. Deben aprovechar la inercia y «estirar este gran momento». Un tiempo que ha llegado gracias «al regalo de la Copa, que con este formato permite soñar a los equipos humildes».