El judoca madrileño Oscar Peñas siguió idéntico camino al recorrido el día anterior por Kenji Uematsu y cayó en la categoría de menos de 66 kilos en el último combate, que en caso de ganar le hubiera supuesto la medalla de bronce. Después de perder su segundo combate del día, Peñas entró en la línea de la repesca, que conduce como máximo al bronce, y no conoció la derrota hasta que, en el último suspiro, el búlgaro Georgi Georgiev le derrotó con un punto de oro (equivalente al gol de oro futbolístico) y le bajó del podio. "Estoy seguro de que toda la suerte que me ha faltado a mí la tendrán mis compañeros de equipo; las medallas van a llegar", dijo Peñas, que lamentó el arbitraje de algunas llaves: "Está claro que el espectáculo lo he dado yo, el otro todo era sujetar y sujetar". Kiyoshi Uematsu, actual campeón de Europa de menos de 73 kilos, puede vengar hoy a su hermano y a Peñas.

TURNO DE LA ABANDERADA La alicantina Isabel Fernández también busca hoy colmar las ansias de podio del judo español. La abanderada lucha a cara o cruz, en una sola jornada, por su segundo título olímpico en la categoría de menos de 57 kilos, con una presión adicional a la que ya está acostumbrada. También en Sydney fue, junto a la nadadora Nina Jivanevskaia, la que tuvo que inaugurar el medallero español, el 18 de septiembre, cuatro días después de inaugurarse los Juegos. Fernández atesora 14 medallas entre Juegos, Mundiales y Europeos. Es de los pocos deportistas que puede presumir de haber ganado la triple corona , ya que ha sido dos veces campeona del mundo, ocho veces campeona de Europa y, en el 2000, en Sydney, fue campeona olímpica. En el pabellón de judo de Anó Liossia, al norte de Atenas, intentará hoy seguir haciendo historia.