De los 17 jugadores españoles que están en el cuadro masculino de Wimbledon de este año (superando el récord de 15 en el 2001), Feliciano López, octavofinalista en las dos últimas ediciones, es el jugador que mejor se adapta a estas pistas gracias a su servicio (ver estadísticas en el gráfico). El toledano forma parte de la primera generación española que no tiene aversión a la hierba y con aspiraciones de emular en un futuro a Manuel Santana (campeón en 1966). Junto a López, Tommy Robredo (semifinalista la pasada semana en Hertogenbosch) y Fernando Verdasco forman un trío capaz de dar alguna sorpresa en el centenario All England Club, al margen de Moyá y el mismo Ferrero, que reaparece en el circuito recuperado de sus problemas físicos, aunque falto del ritmo de competición.