Tatie Jelena Ostapenko es la nueva reina de París, la sucesora de Garbiñe Muguruza. La joven tenista letona de 20 años y 47 del mundo dio la gran campanada en París al conquistar el primer título de su carrera, además de su primer Grand Slam, al derrotar a la rumana Simona Halep por 6-4, 4-6 y 6-3 con un tenis agresivo y valiente. Se esperaba una batalla de palos y así fue. A un lado de la red, Ostapenko, que entraba en la Phlippe Chatrier con 245 golpes ganadores en el torneo, una barbaridad. Al otro, Halep, también preparada para devolver los tiros las veces que hiciera falta. Y eso es lo que sucedió en el partido.

Ostapenko pegaba a cualquier bola amarilla cayera donde cayera y Halep se la devolvía con la misma intensidad. La diferencia estaba en la regularidad, la experiencia y en la seguridad. En eso Ostapenko lo hizo todo. Catorce golpes ganadores por solo uno de Halep, pero por contra 23 errores no forzados contra solo dos de la rumana.

Los gritos de «Simona, Simona» acompañaron la celebración de Halep, que en la segunda manga mantuvo el mismo tren ante una Ostapenko que seguía con su martillo intentando desbordar a la rumana. Pero la tenista letona iba demasiado acelerada y Halep supo esperar su momento para volver a romperle el saque (2-0) y tomar la delantera por 3-0, ante la desesperación de Ostapenko. La final parecía decidida, pero Halep dejó escapar cuatro bolas para el 4-0 y, a partir de ese momento, el partido dio un giro espectacular.

En la manga decisiva, Halep volvió a tomar la iniciativa (3-1), pero Ostapenko no se rindió. Siguió pegando para romper el servicio de la rumana dos veces seguidas y cambiar el guion de la final y acabar ganando el título. Ostapenko conquistó en París el primer título de su carrera. Un Grand Slam y un cheque de dos millones de euros.