Los aficionados corren detrás. Lo han reconocido. Faltan un par de kilómetros para coronar la Covatilla y otro par de horas para que lleguen los participantes de la Vuelta, la carrera en la que se retiró hace un año Alberto Contador, tras su gran victoria en el Angliru.

Lo ha reconocido. Sube junto a Juan Antonio Flecha, el exciclista catalán que al igual que Contador colabora en las retransmisiones de Eurosport. Quieren que los telespectadores aprecien la dureza del puerto. Los seguidores, teléfonos móviles con la cámara abierta, no lo pueden cazar. Se quedan sin la foto. Y, cuando faltan 500 metros, Flecha no se libra del ataque de Contador. Sigue teniendo la sangre caliente porque en el fuero interno continúa siendo ciclista. "Cuando te retiras tan joven de tu profesión no puedes dejar de hacer cosas". Y él sigue haciendo lo mejor que sabe hacer: montar en bici e igual de rápido que cuando era la gran referencia del ciclismo mundial.

¿Que ha hecho Contador en el último año? Él mismo lo cuenta desde la cima de La Covatilla, la meta de la última etapa vivida por una Vuelta que este lunes descansó en Salamanca. "Habré engordado unos ocho kilos, pero no de grasa, pues sigo con la misma talla, pero he ganado en masa muscular, sobre todo en la zona pectoral. Monto en bici tres veces a la semana porque soy embajador de diversas marcas relacionadas con el ciclismo, porque me piden ir a muchas marchas cicloturistas y por lo tanto debo mantenerme en forma".

Pero, sobre todo, en estos meses ya apartado de la competición ha cumplido el sueño de ser padre. Luca, su hijo, nació en abril. "Se porta bien y nos deja dormir", bromea Contador. "La mejor terapia fue aceptar la oferta de Eurosport como comentarista. Me mantiene vivo el gusanillo del ciclismo y ha hecho más llevadera la retirada".

En Pinto es fácil verlo rodar en bici. "Ahora, al llegar a casa, abro la nevera y me tomo una cerveza. Me gustan las de sabor fuerte. Antes no lo podía hacer, ni comer jamón o queso al acabar el entrenamiento". Son pequeños placeres que hacen el ciclismo más ameno.

Ha ido como embajador a las marchas que el Tour organiza por todo el mundo. "He estado en Panamá, en Costa Rica, en Tailandia y, en unas semanas, debo viajar a Japón. La verdad es que tampoco puedo llevarme a la familia porque, aparte de correr en bici, hay una agenda de actos muy intensa, con políticos, patrocinadores. Todo el día liado". Antes, el sábado, 29 de septiembre, debe acudir a la marcha itinerante que lleva su nombre y que se celebrará en Oliva, en València. Y, sin olvidar, el segundo gran nacimiento que ha tenido lugar tras su retiro: el debut profesional del equipo impulsado por su fundación. Contador sigue siendo ciclista. Y por años.

Así va la Vuelta en la primera jornada de descanso de la prueba.

La Vuelta se reanuda con Valverde a un segundo de Yates

La ronda española se reanuda este martes en Salamanca, tras la jornada de descanso vivida este lunes en la capital salmantina. Y lo hace con una etapa que finalizará en la localidad zamorana de Fermoselle, tras 177 kilómetros y un final tras un puerto de tercera categoría que, aunque complicado, podría ser la primera ocasión en la que Alejandro Valverde le pueda restar el segundo de diferencia que Simon Yates le saca al frente de la general.

La segunda semana de competición llevará la Vuelta desde Salamanca, pasando por Galicia y León, hasta Asturias, con la etapa del próximo domingo, clave en la decisión final de la prueba, que finalizará en los Lagos de Covadonga, un enclave históricamente ligado a la historia de la prueba en los últimos 35 años.

En un pañuelo se encuentran al menos los 14 primeros de la general, que cierra en esa posición Wilco Kelderman, quien con 1.50 minutos perdidos, principalmente por culpa de un pinchazo, sigue siendo un corredor muy peligroso. Valverde reiteró este lunes, en la jornada de descanso, que le había dado rabia no vestirse de rojo por apenas un segundo pero, que en el fondo, no llevar el liderato alivia al Movistar de trabajo.

Esta jornada de descanso sirvió para que muchos corredores, durante la mañana y tras un pausado entrenamiento, pudieran deleitarse con los encantos arquitectónicos y culturales de Salamanca. Cuando, hacia las 12 de la mañana, Peter Sagan, el tricampeón del mundo, se acercó hasta la Plaza Mayor de esta ciudad, abarrotada de personas, y con muchos turistas, se armó un revuelo de considerables dimensiones.