El nuevo BM Aragón puso contra las cuerdas ayer al Helvetia Anaitasuna, pero no pudo conseguir finalmente la victoria. El equipo aragonés, que desaprovechó dos opciones claras de haber empatado en el último minuto, mandó y fue mejor que su rival mientras le aguantó el fuelle a sus veteranos, a los que necesita más que nunca por las numerosas bajas sufridas en el parón invernal. Cuando en la segunda mitad comenzaron a sentir el cansancio, el conjunto tuvo muchos problemas, especialmente en ataque, como demuestra el hecho de anotar solo nueve goles tras el descanso.

Esto fue aprovechado por su rival mediado este período para tomar la delantera, que ya no abandonaría hasta el final del encuentro. Muchos nervios evidenció el conjunto zaragozano al inicio, lo que le llevó a cometer errores en las dos áreas. Sin embargo, superada esta fase y con el equipo más centrado y sereno, el ataque funcionó mejor y también la defensa. Sin embargo, el BM Aragón sufrió un colapso ofensivo más tarde, llegando a estar casi siete minutos sin marcar. Pese a todo, los de Mariano Ortega alcanzaron su máxima ventaja (12-8) en el minuto 26, aunque los visitantes recortaron ligeramente al llegar al intermedio. El equipo local mantuvo el tipo hasta mediado el segundo período, pero fue entonces cuando el bajón físico fue evidente en sus hombres clave, algo que con oficio no desaprovechó el Helvetia para llevarse el triunfo en un apretado y nervioso final de partido.