Nadie recordará que falló el único tiro que intentó, que no sumó un solo punto, que solo capturó dos rebotes y que acumuló cinco faltas en los diez minutos que jugó. Lo que realmente importaba era el hecho de verlo en la pista. El pívot de 35 años Jason Collins se convirtió en la madrugada del lunes en el primer jugador que participa en una de las cuatro grandes ligas profesionales de EEUU tras haber proclamado previamente su homosexualidad. "Fue raro. No es habitual que un jugador de banquillo reciba una atención como esta, pero es lo que es. La vida es así", admitió Collins ante las cámaras, consciente de ser el centro de la atención mediática por haber roto viejos tabús, en la carrera de fondo por la igualdad en el mundo del deporte.

"No tengo tiempo en pensar en la historia. Solo en hacer mi trabajo. Lo importante era que mi equipo ganara", remarcó Collins, un pívot de 2,13, que ayudó al triunfo de los Brooklyn Nets frente a Los Angeles Lakers en el Staples Center (102-108), precisamente su ciudad natal.

En torno a las ocho y media de la mañana recibió la noticia de que los Nets le ofrecían un contrato de 10 días y por la tarde, el técnico Jason Kidd, con el que coincidió en los Nets, en sus 14 años de carrera en la Liga estadounidense, le daba la oportunidad de jugar algunos minutos en Los Angeles, la primera 10 meses después del anuncio de su homosexualidad en una entrevista con Sports Illustrated que conmocionó a EEUU. "La presión para mí era jugar un partido de la NBA porque la última vez que lo hice fue el pasado abril", comentó.

Las primera filas del Staples lo recibieron puestas en pie y ese cálido recibimiento se extendió por todo el país. "Es un chico que que va a abrir la puerta a los atletas en todo el mundo, porque no se trata de su genero o de su sexualidad, sino de formar parte de un equipo. Eso es lo que importa", explicó el veterano Paul Pierce, uno de las figuras de los Nets.

"Se ha convertido en un icono y eso conlleva cierta responsabilidad", valoró Pau Gasol, que acabó con 22 puntos y 11 rebotes. "Le felicito por su coraje y por su valentía. Al final, todos jugamos a este deporte y nos respetamos", comentó el pívot barcelonés. Collins, que disputó 38 partidos la pasada temporada con los Celtics y los Wizards, asegura que no se ve como un cruzado de ninguna causa. "No sientas vergüenza de ser tú mismo", proclamó.