El Levitec Huesca comienza una nueva andadura en la LEB Oro visitando este sábado una de las pistas más complicadas de la categoría como es la del Covirán Granada (18.30), aspirante a pelear por los puestos de arriba. El conjunto altoaragonés ha sufrido una metamorfosis completa durante este verano después de los altibajos de la pasada temporada cuando el equipo no fue capaz de demostrar solidez y se vio envuelto en problemas con el descenso. La pretemporada ha vuelto a relucir algunas carencias del pasado como la irregularidad (3 victorias y 2 empates) aunque la esencia oscense es la misma de siempre: jugadores jóvenes con proyección.

La directiva del Levitec Huesca decidió que la etapa de Guillermo Arenas al frente del banquillo había terminado y arriesgó poniendo en su lugar al joven David Gómez de tan solo 31 años. También ha cambiado al completo la plantilla tras el fracaso del año pasado. Solamente el americano Olin Carter, una de las pocas sorpresas, se mantiene en un equipo renovado con toques imberbes y veteranos. El primer problema para la entidad oscense será encontrar alguien que dirija el juego ya que dos de los fichajes Facundo Corvalán y Pablo Gella se encuentran lesionados. La responsabilidad caerá en manos del venezolano David Cubillán que ha mostrado en su país un alto nivel. Gómez también podrá contar temporalmente con el británico Jacob Round que viene a paliar las ausencias de Corvalán y Gella.

Por otro lado, el Levitec Huesca ha conseguido reunir un juego exterior de lujo para la categoría y quiere comenzar a demostrar su nivel frente al Granada. Además de Carter, los oscenses cuentan con Luis Parejo y el queridísimo Jorge Lafuente. Otro que puede ser muy interesante en este perfil es Ander Urdain que vuelve a hacer los 75 kilómetros entre Huesca y Zaragoza tras contar con pocos minutos en el Casademont Zaragoza. Giráldez aportará profundidad a la plantilla. Por último, Butler, Vila, Omogbo y Rosa completan el juego interior destacando sobre todo al pívot nigeriano (Omogbo) que viene de hacer grandes cosas en Italia. Ganar en tierras nazarís sería un paso de gigante para ganar confianza en un proyecto oscense que aúna ilusión y miedo a lo desconocido.