El filial del Tecnyconta Zaragoza apura las horas para echar a caminar una nueva temporada en la Liga EBA. Después de un verano muy movido en los despachos del club aragonés, con varias novedades en el apartado deportivo y el publicitario, el recién bautizado Anagán Olivar enfoca la campaña con el objetivo de fomentar el crecimiento profesional de sus jóvenes jugadores.

Con la marcha de Carlos Iglesias del segundo equipo, el Basket Zaragoza confió en David Valero para liderar el nuevo proyecto. Un técnico que conoce la casa gracias a los dos temporadas que dirigió a los cadetes. «Es un gran reto. Sabemos cuál es la filosofía del club con el filial: formar a promesas para que alcancen el primer equipo, y en ese trabajo estamos». De hecho, Carlos Alocén es el mejor ejemplo que demuestra esta doctrina. Formado en las categorías inferiores, ahora ya es uno más en la lista de Fisac.

El grueso de la plantilla del año pasado continúa, y eso es positivo a la hora de trabajar con los jugadores porque «cuando juegan juntos se nota que se conocen de compartir minutos en la pista. Ahora toca trabajar con el resto de jugadores júniors y cadetes que suben este año al equipo para que cojan el ritmo y se note lo menos posible las bajas de Carlos Alocén o Jaime Fernández», explica Valero.

Cada campaña ascienden jóvenes promesas procedentes de las categorías inferiores. Y este verano se han incorporado refuerzos procedentes de otras Ligas. Es el caso de José Ascanio. El venezolano aterrizó en Zaragoza hace varias semanas y prosigue su adaptación al baloncesto europeo. «Hay diferencias respecto a lo que venía haciendo en Venezuela, pero es un chico muy trabajador. Viene con nosotros a echarnos una mano para competir, y por nuestra parte, vamos a ayudarle a mejorar», indica el técnico del filial.

El equipo ya ha finalizado la pretemporada y, para Valero, las sensaciones que transmite la plantilla son «muy positivas». «Todos tienen una buena predisposición al trabajo. Saben que hay un entrenador nuevo y quieren ganarse el puesto. Ahora hay que conseguir que cojan un buen ritmo para competir a buen nivel cada fin de semana», apunta.

El primer compromiso liguero es mañana en casa del Mataró (18.30 horas). Los canteranos comienzan a demostrar sobre la cancha su «compromiso y sus ganas de querer hacer las cosas bien. Hemos de ser agresivos en defensa para, a partir de ahí, hacer un juego vistoso y sacar el mejor juego de los chicos». Quién sabe si, en poco tiempo, esta camada de jóvenes promesas seguirá los pasos de Carlos Alocén hacia la élite.