Por si alguien tenía dudas, Simone Biles dejó clara su condición de mejor gimnasta del mundo con una actuación inolvidable el domingo en los campeonatos de gimnasia de Estados Unidos, que se disputaron en Kansas, en los que conquistó por sexta vez el título en el concurso general. En una jornada para la historia, la pequeña Biles, 142 centímetros de pura energía, se convirtió en la primera mujer en la historia en lograr un triple doble en suelo, dos saltos mortales con triple rotación, que apenas se ve en la competición masculina y que ninguna mujer se había atrevido a intentar.

El vídeo del ejercicio de la cuádruple campeona olímpica se hizo viral y la gimnasta de 22 años, de Columbus (Ohio), reveló que, en cuanto acabó, corrió en busca de su móvil para ver las imágenes. «No quería ser la última en verlo, me metí en las redes sociales para saber cómo se vio». Biles probó el salto en la clasificación, pasándose incluso de fuerza y teniendo que usar sus manos para estabilizarse en la caída, y lo clavó en la final, respondiendo al reto que le planteó en su día su entrenador Laurent Landi. A los seis segundos de iniciar el ejercicio, Biles ejecutó el movimiento que consiste en tres giros y dos vueltas en el aire, con un aterrizaje hacia atrás, que dejó boquiabiertos a los 16.000 aficionados del Sprint Center.

«Siento que nunca debes conformarte solo porque ya estás ganando o estás en la cima», dijo Biles a los periodistas después de la sesión de entrenamiento del miércoles, en la que completó exitosamente el doble triple en cuatro ocasiones. «Siempre debes empujarte a ti misma», añadió la estadounidense, que saltó a la fama en los Juegos de Río, en el 2016, en los que se colgó cuatro oros, y que suma 14 títulos mundiales, lo que la convierte en una de las mejores de la historia. También se vio envuelta en el terrible escándalo de abusos sexuales por parte del médico de la federación estadounidense de gimnasia, Larry Nassar, del que ella misma fue víctima.

A cámara lenta:

En los dos días de competición, Biles sumó 118.500 puntos en el concurso general, inalcanzable para Sunisa Lee (113.550) y Grace McCallum (111.850), plata y bronce respectivamente, sumando así su sexto título, lo que nadie conseguía desde hacía 70 años en la gimnasia estadounidense, desde Clara Schroth Lomay en 1952. La cuádruple campeona acabó imponiéndose en las pruebas de suelo, salto y también en la barra de equilibrio, donde dejó otro movimiento inédito (una salida con una doble voltereta y un salto mortal doble), mientras que finalizó en tercera posición en las barras asimétricas.

El próximo desafío para la estadounidense será el Mundial que se disputará en Sttutgart en octubre, pero a nadie se le escapa que Biles, que se tomó un largo año sabático después de Río, tiene en la mente los Juegos de Tokio del 2020, decidida a agrandar aún más su leyenda.