Nuez de Ebro, con su Ruta de los Monegros, dio el pasado domingo el pistoletazo de salida a la temporada de andadas populares de Aragón. Los resecos montes blancos golpeados por el cierzo fueron el escenario que eligieron Os Andarines d’Aragón para que disfrutaran medio millar de aficionados andando en plena naturaleza. Esta es la primera de las 58 andadas con que cuenta el calendario y que finalizará el 17 de noviembre en Alcalá de Moncayo. El año pasado se sumaron 28.000 participaciones.

La Ruta de los Monegros alcanzaba la duodécima edición. «Siempre ha sido la andada con la que ha comenzado el calendario. Cada año cambia el recorrido y dependemos de dos casetas de cazadores donde hacemos la panceta a la brasa. Es allí donde hacemos los 500 bocadillos de panceta a la brasa para los participantes junto al vino, la gaseosa, café y chupito», dice José María Gallego, el responsable de Os Andarines d’Aragón.

En la salida se dio el desayuno en el pabellón de Nuez de Ebro. «Ofrecimos chocolate, café con leche, croissants, bizcochos y madalenas. También había otros dos avituallamientos en el recorrido de 24 kilómetros en los que se daba fruta, un refresco y caldo caliente». La distancia corta era de 20 kilómetros. El remate fue la comida en el pabellón de Nuez. «Se ofreció estofado de ternera, postre, café y chupito».

Económicamente Os Andarines no recibe ninguna ayuda en Nuez. «Las camisetas, el seguro, los avituallamientos, los regalos y el desayuno sale de las inscripciones». El recorrido contó con el elogio de los participantes. «Decían que era un poco duro. El viento hizo tambalearse a muchas personas al no llevar bastones. Había mucho sube y baja pronunciado y con el aire las bajadas estaban un poco peligrosas. Se nos cayeron cuatro personas». Todo era desierto. «Pero tiene su encanto. No había ni un árbol, pasamos por unas trincheras de la guerra civil y nos hicimos una foto en el toro de Osborne», apunta Gallego. La jornada fue muy fría. «No era agradable estar cuatro horas en el avituallamiento con tanto viento frío parados. No pudimos montar las carpas porque el viento se las llevaba», dice.

En la Chiquifam, que cumple su segunda edición, participaron una veintena de niños. «Salen con los mayores y en el kilómetro siete podían volver al pabellón haciendo 12 kilómetros. El año pasado se empezó en la Jorgeada y participaron una treintena. Este año está incluida la Chiquifam en 18 andadas», apunta. La Ruta de los Monegros es de nivel medio. «Las grandes tienen de 800 a 1.000 participantes y la de Nuez está por debajo. De 400 para abajo hay una treintena», apunta.

Este año se han incorporado al calendario la Marcha de Griegos, el 16 de marzo, el día siguiente en Belchite y la Andada de Arbir en Moyuela el 25 de mayo. La actividad más masiva es la Jorgeda. «Marca la pauta con 700 participantes. Pero la más numerosa es Aspace-Huesca, con casi 7.000 andarines. También llegan a los mil Matarraña, Mezquín, Ayerbe y la nocturna en Juslibol». El domingo 16 de junio se inaugurará el nuevo G.R. Jorgeada de Zaragoza a Huesca. «No nos da tiempo de inaugurarla el 23 de abril y se harán unos actos en Almudévar para dar realce al sendero».

En la salida de la Jorgeada se darán los premios de este año. «La Liga la ganó Rafael Callau con 43 andadas por delante de Elena Grigoras y la andada más popular ha sido la Zufariada en Zuera, una andada que llega este año a su segunda edición y que discurre por los pinares de Castejón de Valdejasa. La Chiquifam se la llevó Héctor Navarro», concluye.