Pocas veces coinciden los dos diarios deportivos de Madrid en sus portadas. Ayer, lo hicieron. "Da pena", titulaba Marca y "Da pena verlos", se podía leer en As . Todo para definir lo que transmite un equipo pobre, sin capacidad de reacción y sin más recursos, en muchas ocasiones, que el pelotazo. Nada funciona en un colectivo dividido, que mañana regresa al Bernabéu para jugar su competición favorita, la Champions League ante la Roma.

Tres días antes de confirmar su espantada, Camacho decía que este Madrid había mejorado respecto al de la última temporada. No sólo no es así, sino que el equipo sigue marcando los peores registros. Nunca había perdido cinco partidos seguidos, lo hizo la pasada campaña, y ahora, en la presente, ha igualado el peor arranque goleador en toda su historia con cuatro goles en cinco partidos. Fuera de casa, el bagaje es demoledor: cuatro salidas y tres derrotas, incluida la de Leverkusen.

Risas por los errores atrás

Nada funciona. La defensa ya provoca risas en el banquillo, como sucedió en Bilbao. Cuando Raúl Bravo se tragó el primer gol de Urzaiz, Pavón, Roberto Carlos, que se estrenaba como suplente en ocho temporadas en el club, y Morientes no pudieron contenerse. Pudieron repetirla al comprobar la lentitud de Samuel o al ver cómo Salgado mandaba a hacer puñetas a Figo y Beckham por su pasotismo en el segundo tanto del equipo vasco.

Lo de Beckham, que ayer no se entrenó por una gastroenteritis, es preocupante. Pese a sumar dos goles de los cuatro que lleva su equipo --ambos de falta--, el inglés es un bulto sospechoso en la medular. No sabe lo que es recuperar un balón, por lo que todo lo positivo que pueda ocurrir en esa zona le pertenece a Celades, un jugador que ya ha actuado más que en toda su última campaña en el Madrid, hace dos años.

Eso sí, lo que no ha perdido Beckham son las ganas de hablar. El inglés se siente con fuerzas para analizar el mal arranque del equipo, la dimisión de Camacho y el posterior nombramiento de García Remón, a quien no augura un largo futuro. "No sé si el nuevo técnico seguirá mucho tiempo. En un club como este, si un entrenador viene y no lo hace bien, lo cambian. Esa es la forma en la que el presidente, Florentino Pérez, actúa. Es un hombre muy poderoso y yo eso lo respeto", declaró ayer el jugador del Madrid al diario Sunday Mirror .

Ronaldo, desaparecido

David Beckham añadió que en el Manchester United no estaba acostumbrado a la situación que vive ahora en el Madrid: "Allí los técnicos no entran y salen tan rápidamente, pero me he habituado. No sé si Sir Alex Ferguson --su anterior técnico en Old Trafford-- hubiera durado 18 años aquí".

Tampoco Albert Celades se quedó atrás. El centrocampista censuró veladamente la desunión del equipo dentro y fuera del campo. "Todos deben arrimar el hombro. Si estamos unidos todo mejorará. Sabemos qué es lo que falla. Necesitamos dos victorias seguidas para coger moral", declaró el andorrano. Uno de los síntomas que define la enfermedad del equipo es la gran desconexión entre las líneas, lo que provoca que, de medio campo hacia adelante, la desbandada es casi absoluta. Las bandas apenas existen y arriba sólo queda el carácter de Raúl, que se reencontró con el gol después de más de seis meses. Ni eso le alcanza al Madrid, que ha perdido esa pegada que le tapaba muchos de sus males, entre otras cosas porque Ronaldo es un sombra de sí mismo. Eso sí, dice que corre más que nunca.