La Sociedad Deportiva Huesca se ha plantado en la jornada 28 de Liga con 21 puntos. Hace falta remontarse a la temporada 2017-18 para encontrar un equipo que a estas alturas de la competición en Primera División no haya sumando más que estos. Fueron en el citado año el Málaga, con trece puntos; el Deportivo de La Coruña, con 19; y Las Palmas, con 20. Los tres descendieron a Segunda a final de curso.

Y es que si el Huesca lograse la permanencia sería un hecho histórico de este siglo, ya que desde el 2001 ningún equipo que solo hubiera alcanzado los 21 puntos en la jornada 28, a diez para dar por finalizada la temporada, consumó tal hazaña. Doce puntos en empates y tres victorias que dan ese total que resulta escalofriante si se revisan las estadísticas de las últimas 21 temporadas.

Tan solo dos equipos consiguieron algo similar a lo que necesitaría el Huesca. Uno de estos fue un vecino, el Real Zaragoza de la temporada 2011-12, que llegó a la jornada 28 con 22 puntos, y qué casualidad que este último partido también fue un empate contra el Osasuna, en La Romareda. Un partido que en el 86 parecía ganado con el gol de Hélder Postiga, pero que quedó en tablas con uno visitante en el 88. De aquello hace ya nueve años.

Esa temporada, el Real Zaragoza llevaba un encuentro menos, ya que el perteneciente a la jornada 20, contra el Levante, había sido aplazado. Es decir, le quedaban once partidos para perseguir la salvación. Y lo consiguió. Tan solo había ganado cuatro en lo que llevaban de Liga y tras esa jornada venció en ocho de los once disputados, consiguiendo al final 43 puntos, dos por encima del descenso.

Y otra gesta todavía más grande fue la del Espanyol, también con 22 puntos en la vigésimo octava jornada de la campaña 2008-09. No parecía creíble al mirar la clasificación final, en la que el conjunto catalán quedó décimo con 47 puntos. Pero sí, diez jornadas atrás tan solo se había impuesto en todo el curso al Recreativo de Huelva, al Valladolid, al Osasuna, al Celta de Vigo y, sorprendentemente, al Barcelona.

Curiosamente, el partido de la jornada 28 del Espanyol aquella temporada también fue contra el Osasuna. Perdieron los pericos, pero a partir de entonces ganaron ocho de los diez que restaban, empataron uno y, por lo tanto, tan solo perdieron contra el Atlético de Madrid. Parece cosa de brujas que los dos equipos que han conseguido una salvación solo propia de milagro en este siglo diesen un giro de 180 grados a su racha justo después de un partido contra el Osasuna.

Y solo le queda eso al Huesca. Que el partido contra el cuadro navarro sea un punto y aparte para empezar a ganar. Ya no valen los empates, solo sumar de tres, y visto está que el margen de error es mínimo. Los dos equipos mencionados anteriormente solo faltaron un par de veces cada uno a su cita con la victoria desde esa jornada y hasta el final del curso.

La salvación suele rondar en Primera División los 40 puntos, por lo que el Huesca casi debería doblar los que lleva en la actualidad para lograrla. Los años que más bajo ha estado el límite para el descenso, desde el comienzo de este siglo, ha sido en 35 (en las temporadas 2016-17 y 2014-15). Aunque la cifra necesaria fuese esta última, el conjunto oscense necesitaría catorce puntos, lo que se traduce en cuatro victorias y dos empates en estas próximas diez jornadas. Solo podrían perder cuatro partidos para llegar a este mínimo pero, aún así, nada estaría garantizado.