El gol de Raúl en el amistoso contra Escocia del viernes pasado no ha cerrado ningún debate. Los problemas del delantero del Madrid siguen latentes y los de la selección pueden pasar de inquietantes a alarmantes si no se consigue un buen resultado mañana ante Bosnia Herzegovina. Aquel tanto de penalti no evitará que la actuación de Raúl sea observada con lupa, aunque tiene la confianza de Luis Aragonés y de todos sus compañeros.

La estrella blanca admitió ayer que, después de diez años en la élite, no está en su mejor momento pero no se ve en el banquillo. Tampoco el seleccionador, que le devolverá la titularidad, lo mismo que a Morientes. Ambos sufren en su club la presión de la llegada de Owen y la falta de estima de Florentino Pérez.

Quienes celebraron por todo lo alto la eficaz aparición de Raúl en el cuarto de hora que pudo jugar en el estadio del Levante parecen olvidar el lastre que arrastra desde hace meses. Nunca se han echado en falta sus ganas de ayudar y hacerlo bien. Quedó claro en la única jugada que protagonizó contra los escoceses y evitó así un ridículo importante. Pero nadie debe olvidar que, pese a haber sido el máximo goleador de la selección en la fase de clasificación para la Eurocopa de Portugal, con siete tantos, no marca en partido oficial con España desde noviembre del año pasado, en el segundo choque de repesca contra Noruega.

SEQUíA GOLEADORA Su paso por la cita portuguesa resultó tan decepcionante como la segunda vuelta de la Liga pasada con el Madrid. De los 11 goles que metió durante el campeonato, sólo tres los consiguió en el 2004, el último de ellos en marzo ante el Athletic en San Mamés. No volvió a ver puerta hasta el amistoso de pretemporada contra el JEF United japonés.

LLeva racha para preocuparse, aunque en la selección ha encontrado momentáneamente un entorno favorable a su recuperación. Un refugio en el que, después de lo ocurrido ante los escoceses, vuelve a sentirse indiscutible. "Aquí en la selección no hay ningún debate, ni para los jugadores ni para el seleccionador", dijo ayer Raúl en una rueda de prensa que utilizó para defenderse de las duras críticas recibidas y justificar su presencia como titular, tanto con España como con el Madrid.

"No he conocido a nadie que durante unos años no haya tenido altibajos. En el fútbol, lo más importante es el equipo no las individualidades", añadió el delantero blanco. Una explicación que coincide con las de José Antonio Camacho y Luis Aragonés a la hora de valorar su valiosa aportación aunque haya perdido la gracia del gol.

LISTON ALTO Con todo, el jugador reconoce el desgaste después de tanto tiempo en primera línea: "He seguido jugando en el Madrid y en la selección, aunque puede que no haya estado tan brillante, pero cuando llevas 10 años en la élite es difícil mantener la brillantez. A lo mejor el listón estaba muy alto, pero la ilusión y las ganas son las mismas de siempre siempre que entreno y salgo al terreno de juego".

Saberse en el centro de una fuerte corriente de reproches no le hace mella, al menos cara a la galería. "Cuando eres un profesional y estás en la élite, te encuentras en el ojo del huracán y todo el mundo está pendiente de ti para lo bueno y para lo malo", manifestó Raúl.