El Oliver no tuvo suerte, cayó ante el Osasuna y deberá jugarse la salvación en la última jornada de Liga en el terreno del Antiguoko, pendiente también de lo que pueda hacer el Añorga, directo rival suyo, en Bilbao ante el Athletic.

La actitud del conjunto local fue excepcional en la primera parte. A pesar de jugar ante un rival como el Osasuna, que venía en busca de un puesto en la Copa, los locales avasallaron al conjunto navarro que apenas se dejó ver en esta primera mitad. Pero la falta de contundencia en el remate para aprovechar las ocasiones de que dispusieron los azulgranas a lo largo de estos minutos fue un lastre importante.

MAZAZO PARA LOS LOCALES Así el Osasuna, en una acción a balón parado, se adelantó por medio de Raúl poco antes de llegarse al tiempo de descanso, algo que no hacía justicia a lo acontecido en el primer tiempo.

El Oliver no se rindió, dio entrada a Sebas en la reanudación y salió decidido a levantar el resultado, pero el oficio, el saber estar y la solidez defensiva del conjunto que dirige el exjugador del Osasuna y Athletic, Cuco Ziganda, resultaron determinantes para que el Oliver no pudiera ni siquiera empatar la contienda.

Los aragoneses lo intentaron de muchas maneras, Paco e Israel entraron al terreno de juego para ser el revulsivo pero al Oliver le siguió faltando puntería y los pamplonicas se conformaron con el resultado, máxime conforme iban pasando los minutos y se encontraban más seguros con su mínima ventaja.

Al final, el Oliver se quedó sin puntos de forma totalmente injusta ya que, sobre todo en los primeros cuarenta y cinco minutos, los zaragozanos pudieron adelantarse en el marcador, lo cual hubiera condicionado mucho el desarrollo posterior del partido.

En la última jornada de Liga, un triunfo en casa del Antiguoko les daría la salvación independientemente de otros resultados. De no ser así, su máxima atención estará puesta en la visita del Añorga al campo del Athletic Club. Un Añorga que el sábado logró tres puntos vitales ante el Peñas Oscenses.