El piragüista español Carlos Garrote completó en los últimos 77 días un doblete de ensueño al encadenar los títulos europeo y mundialista en el K1 200. El zamorano saboreó el oro continental el pasado 10 de junio, en Belgrado. Ayer, a 3.000 kilómetros de la capital serbia, agrandó su gesta con su victoria en el Mundial. Dominó la final disputada en el centro de alto rendimiento de la localidad portuguesa de Montemor-o-Velho con un registro de 35.259 segundos.

Ni el lituano Arturas Seja, segundo, ni el ruso Evgenii Lukantsov, tercero, pudieron dar alcance a un palista que reivindicó su valía en plena cuenta atrás hacia los Juegos Olímpicos de Tokio. Su triunfo llega «en un año difícil», en el que perdió su lugar en el K4 500, cuarteto que se proclamó subcampeón del mundo.

El oro de Garrote destaca sobre las platas del K4 500 de Saúl Craviotto, Cristian Toro, Marcus Cooper Walz y Rodrigo Germade; el K2 1.000 de Paco Cubelos e Íñigo Peña; y el K2 200 de Saúl Craviotto y Cristian Toro. Paco Cubelos e Íñigo Peña lograron asimismo la medalla de bronce en la final de K4 1.000, junto a Rubén Millán y Pelayo Roza. Con la cuarta posición debieron conformarse, por su parte, Sergio Vallejo y Adrián Sieiro.

España también tuvo representación en la final del K1 200, con Teresa Portela. Poseedora de 14 medallas en Mundiales y dieciocho en Europeos, debió conformarse en esta ocasión con la octava posición. María Pérez y Antía Jacome fueron séptimas en la prueba de C2 200 metros. Esa misma posición la firmaron Alberto Pedrero (subcampeón del mundo en categoría sub-23) en el C1 200 y el catalán Albert Martí y el asturiano Juan Oriyés en el K2 500.