Al principio el diagnóstico apuntó a un fuerte esguince de rodilla. Todas las pruebas, sin embargo, dejaron claro que Jorge Ortí, cedido en enero y hasta junio por el Zaragoza al Villarreal B, padece en la práctica la triada en la lesión que sufrió el domingo ante el Atlético Baleares. Tiene roto el ligamento cruzado anterior, muy dañado el menisco externo y también afectado el ligamento lateral externo. "Dolido por el conocimiento de la lesión, espero que pasen rápido los meses", dijo ayer en Twitter, antes de regresar a Zaragoza junto a su padre para decidir el lugar y el doctor que le opera. Unos siete meses de baja le esperan.

"El Real Zaragoza quiere mandar un mensaje de ánimo a Jorge Ortí. El club y la plantilla le desean una satisfactoria y rápida recuperación", dijo el club.