El Osasuna no pudo lograr un nuevo milagro en Primera, desde el ascenso en el año 2000, al firmar el descenso de categoría tras 14 años, en una última jornada en la que estaba obligado a ganar a un descendido Betis y esperar un resultado amigo en otro campo. No llegó. El equipo navarro cumplió con su parte del trabajo, que era vencer al Betis. Lo hizo con goles de Riera y Acuña (2-1 tras reducir diferencias Chica), pero al no depender de sí mismo selló su descenso a Segunda en la despedida del capitán Patxi Puñal. El Betis, descendido hace semanas, no logró empatar pero se llevó al Osasuna en su camino a Segunda.