--El próximo 3 de mayo su candidatura será la única que opte a la presidencia de la Federación Aragonesa de Fútbol. ¿Eso avala su trabajo?

--Todo el equipo ha hecho un buen trabajo y el fútbol aragonés ha dado un salto de calidad importante en los últimos años. La verdad es que cuento con numerosos apoyos, lo que me hace presentarme con mucha ilusión.

--¿Qué balance hace de su gestión hasta la fecha?

--En el aspecto deportivo, hemos batido un récord de participación al superar las 36.000 licencias e incrementar el número de técnicos. En el aspecto cualitativo, el trabajo de los clubs ha sido sensacional con el fútbol base. Además, hemos aumentado de forma importante el patrimonio con la mejora de las instalaciones del Puente de Santiago, con la nueva sede para el colectivo arbitral y con las delegaciones propias en Huesca y Teruel.

--¿Qué le ha quedado por hacer, por mejorar, en estos años?

--Sobre todo, en el tema de instalaciones. En las tres capitales aragonesas hay que mejorarlas, especialmente las municipales. Es cierto que el Ayuntamiento de Zaragoza está trabajando ya en ello y que en los próximos años comenzaremos a ver las mejoras. Además, queremos que los clubs cuenten con más técnicos titulados.

--¿Esas son las líneas maestras de su proyecto para los próximos cuatro años?

--Sí, y, fundamentalmente, tengo dos preocupaciones. Por un lado, el trabajo de los directivos, que es una labor muy sacrificada y muy poco reconocida. Por otro, me preocupa muchísimo la falta de vocaciones arbitrales y eso se soluciona con el respeto para los colegiados actuales y las facilidades a los que comienzan. Además, estaremos abiertos a las iniciativas de cualquier estamento para que ésta sea una federación participativa.

--¿Cómo quiere que se recuerde su labor al frente de la federación?

--Sinceramente, me gustaría dejar el recuerdo de una persona que trabajó de forma seria, consecuente y con una trayectoria intachable.

--Los últimos meses de su actual mandato han estado marcados, entre otras cosas, por su enfrentamiento con la directiva de la Federación Española.

--Me dirigí al presidente para denunciarle unos hechos que me habían comunicado personas de dentro y de fuera de la federación y no me gustó nada la respuesta, porque me dijo que en todos los sitios hay cosas raras. Yo no podía ser cómplice de esa situación y dejé mi cargo en la federación. Considero que debe haber luz y la máxima transparencia en las cuentas, por lo que exigimos una auditoría de gestión. Sabemos que hay irregularidades, desmanes, y seguiremos denunciándolo hasta que no sepamos todo lo que ocurre en esa casa.

--¿No teme represalias, por ejemplo con el reparto de partidas y subvenciones, por esa actitud?

--De ningún modo, porque sería una más que apuntar a la lista. Quienes deberían temerlo son ellos, porque les dejaría en evidencia, además de ser una injusticia que sólo perjudicaría a terceros.

--¿Su posición tiene algo que ver con problemas personales con el presidente Villar?

--Cuando hay críticas es fácil decir que queremos el sillón, que sólo buscamos ocupar la presidencia. Y, en mi caso, no quiero ese cargo, no quiero adquirir una responsabilidad que cambie radicalmente mi vida. Parece que en esta vida todo ha de hacerse con algún interés oculto. Yo sólo busco transparencia y claridad, que desaparezcan quienes están cometiendo irregularidades y que la gestión de la Federación sea eficaz y pública.