Las caras de los jugadores del CAI vivían a un centímetro del suelo. Apesadumbrados, entre la rabia y la frustración, el desfile de la decepción se percibía a la salida del vestuario. El rostro de Quintana tampoco ocultaba ese sentimiento de desesperación, aunque en su discurso público hablaba de seguir trabajando y tenía fe en la reacción que ya se esperaba ante el Melilla. "Hay que asumir que hemos tocado suelo. Es mejor tarde que nunca. Creo que la semana que viene vamos a reaccionar. Ya no nos quedan excusas porque estamos obligados a crecer", comentó el entrenador en la rueda de prensa posterior al encuentro. El cántabro habló de la ansiedad y la falta de motivación como la herida por la que se desangra este equipo. "Salimos con mucha ansiedad. Es un querer y no poder. No puede ser que Borja, que acaba de llegar y tiene un contrato temporal, se deje la piel y nosotros que estamos aquí no", exteriorizó el técnico.

LA RESPONSABILIDAD Galilea subrayó las palabras de Quintana. Hay que huir de la ansiedad y refugiarse en el trabajo para virar un rumbo insostenible. "Tenemos que seguir trabajando. Esta semana hemos estado muy fuertes, pero los resultados no llegan y eso es muy duro. Tenemos que reaccionar ya. Esto no se acaba aquí", argumentó el base vasco. Por su parte, Josep María Izquierdo, técnico del Melilla, no quiso referirse al CAI Zaragoza y dedicó el triunfo a sus jugadores.