A pesar de que la mayor parte de los equipos estaban deseosos por volver a competir, también hay algunos clubs que han decidido no hacerlo. Diferentes razones, como la imposibilidad de juntarse a entrenar por las restricciones de movilidad o la preocupación por la transmisión del covid-19, les han llevado a no apuntarse a la Liga. Algunos conjuntos que figuran en Primera Regional ya lo decidieron cuando habría supuesto el descenso de categoría y otros de Regional Preferente optaron por ello cuando supieron que no bajarían a pesar de no competir.

Así lo explica José María Belenguer, presidente del Zaidín: «Que no haya descensos es una decisión que se toma tarde pero con la que se ha hecho justicia. Desde que salió esta circular se han borrado varios equipos». Sin embargo, ellos tenían pensado «volver a empezar» en caso de que les descendiesen, porque «la totalidad o el 85% de la plantilla viene con el entrenador desde Lérida», lo que supone que desde que hay restricciones de movilidad no han podido entrenar.

El Andorra, de Preferente, ha sido uno de los que ha decidido no competir a última hora. Su presidente, Antonio Donoso, asegura que «no se garantiza la salud de los participantes» y añade que «no puedes hacer responsable a un jugador». Con esto se refiere al consentimiento que tienen que firmar los futbolistas para garantizar que no son positivos en coronavirus. «¿Pero cómo lo van a saber si no se hacen un test?», se pregunta. A esto se une la falta de preparación, pues «no se ha podido disponer de las instalaciones y por la movilidad tampoco se han podido juntar a entrenar», aclara. «Pedíamos tres semanas de preparación, como una pretemporada, y esto no se ha dado», asevera Donoso.

Otro punto de vista es el del Graus, de Primera Regional, que está al corriente de que en algunos clubs han tenido problemas con la movilidad o las instalaciones y es esto lo que les ha llevado a tomar la decisión de no competir. Sin embargo ellos, como indica su presidente, Alejandro Solé, les dieron «la posibilidad de elección a los jugadores». «Tenemos muy buena relación con el Ayuntamiento y no ha habido problema con el uso de las instalaciones», asegura el directivo y añade que además «todos los jugadores son de la zona», por lo que tampoco hubiera habido problemas con los desplazamientos.

El motivo de que no presenten ni al equipo de Primera Regional, ni al benjamín, ni al infantil es que «los jugadores no quieren y la directiva respeta la decisión porque son ellos quienes se exponen». «No quieren poner en riesgo sus trabajos ni a sus familias», recalca Solé. También se mueven en esta dirección en Esplús. Javier Morillo, presidente del equipo oscense de Primera Regional, asegura que no ven «medidas suficientes contra el virus».

No solo eso, sino que también se ven limitados por las restricciones. «Tuvimos que inscribirnos antes de que saliesen las medidas, tenemos jugadores en Lérida y desde noviembre cuando se restringió la movilidad no se han podido juntar todos a entrenar», concreta. Estos dos equipos también decidieron no inscribirse antes de la última circular, sabiendo que había posibilidades de que les descendiesen de categoría.

Sin embargo, Morillo asegura que esperaban «que no descendiese nadie porque es un caso excepcional, económicamente además no es viable competir». Más allá de las consecuencias para el bolsillo, en Esplús estaban preocupados por traer el virus al pueblo. «Tuvimos una ola con 30 contagios y lo pasamos muy mal, respetamos a los que compiten pero nosotros no queremos», concluye.