Entre el dramatismo en el que se quedó sumido el Real Madrid tras el despido indecoroso de Lopetegui, inmerso en la trepidante búsqueda de un entrenador que no llega, Solari ha ido tomando posiciones agradando, a partes iguales, a directiva, vestuario y afición. Pero el paso de los partidos le obliga a dirigir su estrategia y Pilsen va a desenmascarar los planes de un Solari cada vez menos momentáneo. El técnico argentino, etiquetado como interino desde el primer momento, ha calmado las iras del madridismo con dos victorias poco consistentes, con algo de solidez en Melilla y la aparición del afortunado Vinicius en Liga. «No se ganan partidos sin hacer cosas buenas», reivindicó Solari en la previa.

La temporalidad del cargo de Solari se va disipando conforme se suceden las victorias del equipo y los movimientos del club para buscar un técnico definitivo siguen bloqueados. Mientras, el argentino se va viendo obligado a tomar decisiones y posicionarse, desde la portería hasta la apuesta táctica, pasando por la gestión de la irrupción de Vinicius.

Con Navas titular en Copa del Rey y Courtois en la Liga, la Champions es la competición de la discordia. Darle continuidad al belga, el gran fichaje del verano, es el deseo de las zonas nobles del club blanco y otra gota que ayudó a colmar el vaso de Lopetegui. Darle la titularidad a Navas sería alinearse con la idea que defendía su predecesor en el cargo y, con él el vestuario, en contra de los deseos de la dirección. En ataque, la poca influencia de Asensio en el partido ante el Valladolid le abre la puerta a Isco, el sacrificado de los once jugadores de campo que tienen la vitola de titular en el Real Madrid. El doble pivote con Casemiro y Kroos parece la fórmula mágica que ha equilibrado al equipo, aunque fuese ya muy conocida, a la espera de ver cómo encaja un falso extremo como el malagueño, en conflicto de espacios con Modric, casi ausente en lo que llevamos de temporada. Las bajas en defensa (Marcelo, Varane, Carvajal y Vallejo) siguen condicionando una línea con buen resultado ante Valladolid, mientras que Ceballos ha perdido el protagonismo que tuvo en el centro del campo.

LA IRRUPCIÓN DE VINICIUS / Después de ser de los más destacados en el partido de Copa ante un equipo de Segunda B como el Melilla, los minutos de Vinicius en Liga ante el Valladolid, con Mariano de baja, eran casi naturales. Aunque el brasileño ha generado más ilusión que fútbol, su protagonismo hasta ahora ha sido el esperado, viendo el inicio de temporada, aunque Julen Lopetegui no hubiera sido cesado.

Es en los próximos partidos, este miércoles el primero, en los que Solari tiene que decir entre el conservadurismo o apostar todo a una mano en el casino que es ahora mismo el Madrid. «Hay cosas que él sabe que no se pueden aprender», dijo el técnico sobre Vinicius.

Después de su decente imagen en el Santiago Bernabéu en el penúltimo partido de Lopetegui, la ilusión del Viktoria Pilsen se ha disparado. El resultado final de 2-1, cuando llegaron preparados para salir goleados, ha aumentado exponencialmente la confianza del equipo en el plan de Pavel Vrba. Aunque el técnico checo tiene bajas importantes en ataque, puede optar por muchas variantes para intentar dañar al Madrid.