Conchita Martínez abrió el camino a finales de los 80. Después, aunque con diferentes destinos, le siguieron Eva Bes, Mariano Albert, Marta Fraga, las gemelas Sánchez Alayeto o Javier Garrapiz. Todos ellos, y alguno más, tuvieron que hacer el equipaje, meter las raquetas en un baúl y comenzar una nueva vida alejados de su entorno para alcanzar un sueño: hacerse un hueco entre los mejores. El último de esta lista de emigrantes aragoneses es Héctor Ampudia, uno de los tres mejores jugadores infantiles a nivel nacional. El tenista del Stadium Casablanca ha aceptado una beca de la Federación Balear para formar parte del grupo de competición de Jofre Porta, entrenador de Carlos Moyá y Rafael Nadal, en Palma de Mallorca, donde también continuará con su formación académica. A pesar de este cambio, Ampudia mantendrá su fidelidad al club zaragozano y su licencia por la Federación Aragonesa, en cuyas instalaciones se entrenaba.

Su magnífica progresión en los golpes --es zurdo--, la imponente evolución de su físico --ha crecido casi 20 centímetros en menos de un año--, su colección de títulos regionales y su presencia habitual en las concentraciones selectivas que lleva a cabo la Federación Española cada cierto tiempo han sido claves para convertirse en un jugador sobresaliente a sus 14 años. Sin embargo, la ausencia de ayudas en Aragón y un nivel competitivo insuficiente han animado al tenista y su familia a dar este paso adelante. "Llega un momento en el que se cierra un ciclo, surge una oportunidad y hay que aprovecharla, aunque suponga cierto sufrimiento por separarnos", opina José Ampudia, padre del chaval, que también recibió una propuesta de la Federación Catalana. "Va a dar un salto profesional enorme. El quiere ser tenista, y yo mentiría si dijera que no me gustaría que lo fuera, aunque en casa no le presionamos. Su madre y yo hemos elegido el sitio, pero ha sido Héctor quien tomó la decisión", asegura.

Hasta este momento, el esfuerzo económico invertido por la familia en la proyección del joven tenista superaba los 6.000 euros por temporada, una cifra destinada a viajes, inscripción en los torneos, entrenamientos y material, aunque desde hace unos meses Head le aporta ropa y raquetas. "Ahora tenemos que pagar 600 euros al mes, pero, además de lo referente al tenis, incluye los estudios y el alojamiento", explica José, que inició a su hijo en la escuela de tenis del Stadium Casablanca a los 7 años. El responsable de esta sección, Jesús Rosés, conoce bien a Porta, futuro técnico de Ampudia. "Es estricto, exigente y muy profesional. Héctor tiene ante sí un gran reto de adaptación", indica Rosés, que se lamenta del éxodo de los tenistas aragoneses: "El goteo de los últimos años ha sido terrorífico. Las autoridades deberían reaccionar ya", considera.