"Otro año sin ganar allí". Canario se levanta del sillón en EL PERIODICO contrariado y decepcionado por el mal partido del Zaragoza en el Camp Nou, por la enésima derrota en el domicilio del equipo azulgrana. El rubricó con letras de oro la última victoria zaragocista allí, un 14 de noviembre de 1965, y ahí sigue la estadística, camino de los cuarenta años sin que se cambie el rumbo. "El penalti antes del descanso nos mató, porque había que arriesgar ya mucho en la segunda mitad, pero el Zaragoza no ha hecho un buen partido", resumió el mítico extremo brasileño, que escribió páginas de oro en aquel equipo de Los Magníficos .

La que escribió ayer el conjunto aragonés no fue, ni mucho menos, de oro. Y lo hizo desde el primer instante. "Jugamos con demasiados hombres atrás. Hay que poner algo más arriba, porque Villa está muy sólo, siempre con cuatro en línea a su espalda. Así es difícil marcar", dice Canario a los pocos minutos. No lo veía claro, aunque como tampoco estaba el Bar§a para tirar cohetes las esperanzas de que el Zaragoza lograra la tercera victoria de su historia en el Camp Nou permanecían intactas.

Sin embargo, marcó Saviola. "No se puede adelantar a la defensa. Que marque con las piernas es normal, porque es hábil, pero con lo pequeño que es le dejan rematar de cabeza", exclama, mientras aún no se puede creer el primer gol del equipo azulgrana, no contrarrestado después por un Zaragoza en el que Villa y Cani tienen dos ocasiones: "Si las oportunidades se desaprovechan, malo".

El Barcelona no da, a pesar de la ventaja, buena imagen. "Si le achuchas un poco está muerto. No hay más que ver a Márquez, que va a rematar como si fuera una figura", asegura, con la convicción interior de que el Zaragoza no ha dicho su última palabra. Pero sí la ha dicho y un dudoso penalti de Cuartero deja casi sentenciado el partido antes del descanso. "Cada día le tengo más manía a los árbitros. No tienen personalidad", se queja tras la pena máxima pitada.

Malas noticias

La segunda parte sólo trae malas noticias. Galletti falla la ocasión más clamorosa, porque "tenía que haber tirado y ha tenido miedo. Si estaba sólo a dos palmos del portero...". El lamento por el error del argentino se convierte en resignación con el tercer gol, obra de Xavi, y desde entonces el gesto de Canario revela la decepción por el marcador y la pésima imagen y no oculta el aburrimiento --con bostezos incluidos-- por la nula capacidad de reacción del Zaragoza durante toda la segunda mitad.

"La jornada ha sido nefasta y se nos ponen las cosas más complicadas, pero creo que nos vamos a salvar. Hay varios equipos peores que nosotros", sentencia el exjugador zaragocista con el convencimiento que da la sabiduría, el mismo que le sirve para añadir que "el equipo está un poco justo, eso es verdad, pero insisto en que tenemos que jugar con más gente arriba". Todo, mientras se coloca el abrigo con el mal sabor de lo que ha visto por la pantalla de televisión. Por eso rememora aquel centro de Lapetra en el minuto 15 que él remató de cabeza a la red azulgrana para dar esa última alegría zaragocista en un campo que sigue maldito desde entonces. Y va para cuarenta años.