A veces, no necesita ni jugar para marcar goles. Ni tan siquiera requiere salir al campo para festejarlos, siempre a su manera, discreta, silenciosa, esos tantos que trascienden más allá del marcador. Justo casi al mismo tiempo en que recibía el premio Aldo Rovira al mejor jugador de la pasada temporada (37 goles en 34 partidos), Leo Messi donaba 72.783 euros a la organización solidaria Médicos sin Frontera. Ese dinero, según entendía la estrella azulgrana, no le pertenecía, por mucho que hubiera ganado un pleito al diario La Razón, en el que se le acusaba de dopaje en un artículo escrito por el periodista Alfonso Ussía.

Creía Messi que esa indemnización estaría mejor en manos de Médicos sin Fronteras en un gesto que ya prometió meses antes. Esperó, eso sí, a que el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Gavá decretara que las opiniones de Ussía en el artículo que llevaba por nombre Sonatina eran «objetivamente insultantes y ofensivas a pesar de la dimensión pública de la figura del jugador». Y el futbolista, consecuente con lo que había anunciado, destinó ese dinero a Médicos sin Fronteras.

Esa sentencia fue ratificada por la Audiencia Provincial de Barcelona y finalmente confirmada por el Tribunal Supremo, quien condenó como responsables a Alfonso Ussía, autor del artículo, a Francisco Marhuenda, director de La Razón, y a la Sociedad Audiovisual Española 2000, empresa editora del diairo.

Donada ese cantidad, y aún vestido de futbolista, apareció Messi en la rampa de la ciudad deportiva de Sant Joan Despí para recibir su quinto premio Aldo Rovira, instaurado en honor al hijo del exdirectivo azulgrana Josep Lluís Rovira, que falleció en un accidente de tráfico en el 2009.

Es el quinto galardón Aldo Rovira que recibe Messi en las ocho temporadas que se ha instaurado, prueba de su extraordinaria regularidad: 2010, 2011, 2013, 2015 y 2017. Solo Abidal (2012), Mascherano (2014),y Luis Suárez (2016) se han colado en esa restringida lista de galardonados. Se sabía ya desde el junio que la estrella era, una vez más, el ganador tras la votación realizada por directores y jefes de deportes de los medios catalanes. Al acto acudieron, entre otros, Josep Lluís Rovira y sus tres nietos (Claudia, Aldo y Lucas), además del vicepresidente deportivo azulgrana, Jordi Mestre, junto a Josep Llaó, vicepresidente de la Federación Catalana de Fútbol.