José Antonio Camacho anda mosca. Esto no es lo que tenía hablado con Florentino Pérez. No le trae lo que pide y le ficha lo que ha repetido que el Madrid no necesita. Michael Owen, otro delantero, deja el Liverpool para vestirse de blanco. Ayer por la tarde viajó a la capital de España y pasó el reconocimiento médico. Firmará por cuatro temporadas y, tras dormir ayer con su familia en Madrid, será presentado hoy al mediodía (13.00 horas) en el Santiago Bernabéu. El acuerdo con el Liverpool, que cobrará 12 millones de euros (2.000 millones de pesetas) --los mismos que el Madrid percibirá por Etoo-- más el traspaso de Antonio Núñez, se precipitó después de que el pasado jueves por la noche se rompieran las negociaciones con el Arsenal en torno a Patrick Vieira.

Es la primera vez desde que accedió a la presidencia que Pérez no se sale con la suya para engordar su colección de galácticos. El club londinense ha toreado al dirigente blanco, que no ha tenido más remedio que plantarse ante las maniobras de David Dein, vicepresidente del Arsenal, para encarecer la operación. Su última exigencia fueron 38 millones de euros (6.330 millones de pesetas) y el presidente del Madrid rompió la baraja. Acto seguido cerró la contratación de Owen, un futbolista de 24 años que en estos momentos está un escalón por debajo de las estrellas blancas, pese a haber conseguido el Balón de Oro en el 2001.

COLOCCINI, CERCA Una noticia que Camacho no recibió con entusiasmo. Ha quedado patente que Pérez se ha saltado el compromiso que contrajo con el entrenador en el sentido de que éste sería el máximo responsable de los fichajes. El técnico quería un mediocentro, Vieira o el brasileño Emerson, y se encuentra a estas alturas con un refuerzo para una posición cubierta con creces, como él mismo se ha encargado de repetir en las últimas semanas.

El hecho de que a Owen le quedara sólo un año de contrato ha facilitado las cosas. También que Rafael Benítez, el nuevo entrenador del Liverpool, no le considerara una pieza básica para su proyecto. Públicamente, el técnico español salió ayer del paso con palabras poco convincentes. "Estaba muy feliz con Michael y quería que se quedara. El problema es que sólo tenía un año más. El Madrid lo sabía y cuando un equipo como ése llama a la puerta no puedes controlarlo", dijo Benítez. Camacho sí tendrá un nuevo central. Fabricio Coloccini, perteneciente al Milan, está muy cerca de convertirse en jugador madridista. El argentino, que disputa los Juegos, tiene 22 años, pasaporte italiano y costará unos 6 millones de euros.