Comienza el Real Zaragoza en La Romareda su segunda vuelta liguera en casa y lo hace buscando oxígeno en forma de puntos que le permitan abandonar su angustiosa situación en la Liga, con solo dos puntos de distancia con el descenso y con la idea de que el ecuador liguero marque un radical cambio de tendencia con respecto a lo vivido hasta ahora al amparo de su gente, con solo dos triunfos, los firmados ante el Rayo Majadahonda y el Extremadura, este último en el debut de Víctor Fernández. Espera para esa misión el Oviedo, el equipo más en forma de la categoría en estos momentos, con tres triunfos consecutivos para vivir su mejor momento de una irregular temporada.

El Zaragoza firmó una segunda vuelta de ensueño la temporada pasada que le llevó a alcanzar la promoción tras un primer tramo liguero deficiente aunque sin llegar a los extremos del actual. Entonces, La Romareda fue clave con 10 triunfos y ahora con la grada de nuevo enganchada tras la mejoría mostrada con Víctor la intención es que esa nueva vida al calor del hogar lleve a abandonar los bajos fondos de la tabla, huir de la imagen del infierno que con tanta nitidez se dibujó en el equipo, sobre todo en la triste etapa de Lucas Alcaraz.

El Zaragoza llega al partido con la claridad de sus problemas en defensa y en ataque, no domina las dos áreas, encaja demasiados goles y le cuesta mucho marcar, sobre todo a sus delanteros, algo que le puede hacer perder el puesto a Marc Gual para que la apuesta sea Álvaro Vázquez, una de las dudas del once. El equipo zaragocista es el segundo que menos marca en casa, un dato que refuerza su flojera en la pólvora. En el Cerro del Espino no cuajó un buen partido y solo la reacción comandada por Soro le permitió empatar en el tramo final del duelo. En Soro están puestas las miradas hoy. Su deslumbrante partido, con gol incluido, le vale de pasaporte a la continuidad, pero el esguince sufrido en su tobillo el miércoles pone en cuarentena su presencia. Ayer se entrenó con todos y el chico está decidido a jugar. Parece que lo hará. Si no, será turno de Papu.

Además, la última sesión también dejó la baja de Benito, con molestias musculares. Delmás ocupará su puesto. Guti regresa al once tras su ausencia en la última jornada y dejaría en el banquillo a Zapater, mientras que el resto serían los mismos por mucho que las dudas de Álex Muñoz inviten a plantearse un relevo en el eje. No llega a tiempo Linares, por culpa de su farragosa desvinculación del Reus.

El Oviedo arriba a la cita en buena línea después de que haya vivido malos momentos que a punto estuvieron de acabar con Anquela. El técnico andaluz, que recupera a Christian tras cumplir sanción, rectificó a tiempo y fue más fiel a sus ideas recuperando el sistema con tres centrales y el espíritu aguerrido y defensivo que siempre tienen sus equipos. Es el cuarto mejor visitante de la Liga y ha encontrado el camino. De Oviedo viene el mejor recuerdo zaragocista del curso, un 0-4 un 8 de septiembre que hizo pensar que este era el curso del ascenso. Todo se estropeó después pero el rumbo se ha retomado con Víctor, con siete puntos de doce posibles, hay más confianza y más fútbol pero faltan puntos.